Cartas de los lectores

17 de noviembre

Indeseables mercados
¿Cómo hemos llegado al extremo de que los titulares de los informativos los encabece la Bolsa como si los ciudadanos tuviéramos en acciones nuestro capital humano? ¿Cómo esa numerosa minoría nos arrastró al 95% de los habitantes de este mundo al miedo, la inestabilidad, el empobrecimiento? ¿Cómo esa inmensa mayoría no ha sido capaz aún de sublevarse y hacer tabla rasa y llevar ante los tribunales a los responsables de la situación, exigiéndoles que devuelvan lo robado, a la vez que les priva de la libertad, tan mal administrada? Ahora, evolucionados, ¿habremos de envidiar lo que ocurría en la novela Los santos inocentes del fallecido Miguel Delibes? Aquella marquesa, con 5.000 hectáreas y un palacio, y todo el servicio besándole la mano por la moneda que les daba "generosamente"... Al menos aquellos disfrutaban la limpidez del aire que respiraban, pues hasta esto nos han robado.
Vicente Monje Flores
Madrid

El nuevo ‘salto de la rana’, esta vez en versión Rajoy
El pasado domingo, Mariano Rajoy (casi seguro próximo presidente de España) daba saltos de emoción, seguramente por la alegría anticipada que le produce el saber que, si Dios quiere, va a recibir el apoyo de la
mayoría.
Al celebrarse aquel acto electoral en una plaza de toros abarrotada (la de Valencia), no puedo remediar aprovechar la similitud del momento con el salto de la rana de Manuel Benítez el Cordobés, torero que en los años sesenta llenaba las plazas con esos ridículos saltos y ganaba más dinero que ningún otro de la época.
Sin embargo, pasará a la historia como uno de los más famosos y peores matadores de toros de todos los tiempos.
Y, siguiendo con la similitud taurina, en el mano a mano del cartel puedo imaginar a Rajoy, la noche del 20-N, acompañado de su habitual cuadrilla y, después del paseíllo de la campaña electoral, dando saltos de alegría en el palco de la calle Génova, con la afición puesta en pie, y al grito de torero... perdón, ¡presidente!
Lo malo es que, durante la faena al morlaco de nombre Crisis de la afamada ganadería Mercadorus, no se acople al gusto de los que siempre pagan, y después de ser abroncado tenga que salir por la puerta de arrastre, al grito de ¡Fuera! ¡Fuera! de los indignados contribuyentes a la mal llamada fiesta.
José Enrique Muñoz Blanco
Madrid

¿Qué es «lo que hay que hacer» según Dolores de Cospedal?

María Dolores de Cospedal nos ha sorprendido con unas declaraciones en las que nos alerta de que, cuando Mariano Rajoy nos informe de "lo que hay que hacer", las calles se llenarán de manifestantes.
Si tanto la secretaria general del PP como el presidente de ese mismo partido saben a día de hoy "qué es lo que hay que hacer", ¿no sería más honesto decirlo públicamente en vez de esperar a que hayan pasado las elecciones del próximo domingo? ¿O es que tienen miedo de que esas medidas asusten a sus posibles votantes?
Si la respuesta a esta última pregunta es afirmativa, entonces su comportamiento sería indigno y vergonzoso. Si creen los populares que esa es la manera más adecuada de resolver la gravísima situación por la que atraviesa España, permítame que le diga que está muy equivocada, sólo desde la honestidad y la sinceridad con todos los españoles puede ser posible salir de esta situación de grave crisis.
Con medias verdades, con engaños, con mentiras y con ambigüedades, un político que desea hacerse con las riendas de un Gobierno no debería enfrentarse a las urnas. Llenarlas de votos no es la única misión de los partidos en unas elecciones. Deben ser honestos y ofrecer compromisos, ideas de proyectos de decisiones dolorosas –si ellos consideran que es necesario– y, sobre todo, decir la verdad. Señora Cospedal, ¿qué es lo que Mariano Rajoy nos dirá el próximo lunes que hoy, antes de votar, no debemos saber?
Luis Serrano de Dios

Aclaración de José Manuel Tofiño a ‘Público’
Ante el artículo aparecido en su diario el lunes 14 de noviembre de 2011 relativo a la regularización de empleados públicos en la Diputación Provincial de Toledo, quiero hacer las siguientes puntualizaciones:
1. Ninguno de los 105 contratos a los que se hace referencia en la información tenía carácter de eventual, tal y como se especifica erróneamente en el texto, sino de temporal por obras y servicios.
2. Estos 105 trabajadores accedieron a estos contratos temporales tras los correspondientes procesos de selección por prueba o bolsa de trabajo, por lo que rechazo con rotundidad el término de "enchufismo" al que se alude en su
información.
3. El Gobierno de la Diputación Provincial de Toledo, presidido por José Manuel Tofiño, no convirtió en "fijos" ninguno de esos 105 contratos, tal y como se afirma de forma errónea en el texto, sino en "indefinidos", según se explica claramente en el contrato. No son funcionarios de la diputación y sólo podrán acceder a esta condición si superan las pruebas que esta institución hace para proveer de forma definitiva las plazas, de acuerdo con lo previsto en la Constitución Española, Artículo 103.3.
4. Más de la mitad de estos contratos se establecieron antes de que la Diputación Provincial de Toledo fuera presidida por José Manuel Tofiño.
5. La regularización de dichos contratos fue consecuencia del requerimiento que al respecto realizó la Inspección de Trabajo a la Diputación Provincial de Toledo, tal y como se indica en su información.
José Manuel Tofiño

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