Cartas de los lectores

26 de noviembre

No es un Gobierno de técnicos
El Ejecutivo designado por el nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, no es de técnicos. Supongo que en Italia existirá, al igual que en España, un cuerpo de técnicos de Administración general, así como diversos cuerpos de técnicos especiales (ingenieros, arquitectos, economistas, abogados...) que acceden a sus puestos tras procesos muy duros de selección.
Pero el italiano es un Gobierno de banqueros, lo que es muy distinto. De banqueros que no se distinguen por su competencia en materia económica sino, por el contrario, por una negligencia catastrófica que roza la criminalidad. Son los responsables de la crisis puestos ahora a salvarnos (la zorra cuidando de las gallinas). Lo que se busca de ellos no es su conocimiento en materia económica, sino su capacidad para ejecutar las órdenes, que el poder financiero dirija el Estado sin intermediarios. Es la liquidación de la democracia.
Ricardo Rodríguez del Río
Leganés (Madrid)

La tranquilidad del mercado, a costa de qué
Hay que tranquilizar a don mercado a costa de todos nosotros. Si le inquieta nuestro gasto sanitario, sacrificaremos a los enfermos; si le pone de los nervios la educación pública, incrementaremos la ignorancia para que esté en calma. Como sabemos, el mercado tiene fobia a los costes laborales: abaratemos el despido y anulemos los derechos de los trabajadores, incluido el de huelga. El mercado no tolera las incertidumbres y las imprevisiones, necesita tenerlo todo controlado. ¿Por qué no suprimir las elecciones, que además de onerosas, tienen el riesgo de dar alguna que otra vez una sorpresa? Por no hablar de los referendos, que directamente pueden desatarle un ataque de pánico. Como la lentitud de los debates parlamentarios le exasperan, podríamos ahorrarnos el Congreso, que pone al límite su paciencia. En fin, que más que democracia es aconsejable un buen gestor, para su sagrada tranquilidad.
Lo que necesita para dormir es un poco de silencio (por ley si hace falta), censura y una buena dosis de antidisturbios.
El mercado se siente relajado con la mente en blanco, con un pensamiento único o, mejor, sin pensamiento alguno, mientras la mano invisible del laissez-faire le mece la cuna. No lo perturbemos con inoportunas reflexiones, no apelemos a la solidaridad, a la ética o a la justicia. Desterremos la historia, las ideologías, la filosofía y algunas psicologías. Menos dudar y más adeudar. Tampoco son buenos tiempos para la poesía, no sea cosa que alguno encuentre asonancias entre banqueros y filibusteros.
Alberto Grinberg Vaisman
Barcelona

El silencio de Rajoy sigue a estas alturas
Que el PP no anuncie las medidas que tomará hasta conocer el estado de las cuentas públicas es lógico: lo que no se entiende y produce verdadera inquietud es que, ante la gravedad de la situación y vista la rapidez con la que hoy se mueven las fuerzas económicas, casi una semana después de su victoria electoral por mayoría absoluta, Rajoy, como presidente in péctore del próximo Gobierno, todavía no haya hecho ninguna declaración pública (más allá de la breve alocución obligada de la noche electoral) para tranquilizar, antes que a los mercados y a Merkel, a todos los españoles.

Enrique Chicote Serna
Arganda del Rey (Madrid)

Un avance de los recortes en cultura
Como todos sabíamos antes de ir a las urnas, ya sufríamos recortes en Catalunya. Uno de los sectores que más se ha visto afectado por la tijera es el de cultura.
El Govern ha hecho gala de estos contribuyendo a los despidos de profesores y retrasando las aperturas de nuevos museos. En Barcelona, por ejemplo, nos hemos quedado sin Museu de Disseny Hub, Museu Etnológic de Montjuic y Centre Cultural del Born (entre otros) hasta 2013. Otros datos curiosos de estos recortes son la readaptación de los programas del Mercat de les Flors, el Liceu, el Palau de la Música Catalana y el Teatre Nacional. Queda claro, pues, que no sólo dentro de las aulas será cuestionable la formación, sino también fuera de ellas. Teniendo en cuenta los resultados de las elecciones, esto sólo es un avance.
Adriana Castillo García
Badalona (Barcelona)

Artur Mas es un pésimo sastre
El presidente de la Generalitat está demostrando ser un gran oportunista, pero un pésimo sastre. Un sastre que se precie no corta por donde falta tela, sino por donde sobra. Y, a juzgar por el plan de ajustes y recortes anunciados, como la subida en las tasas de matriculación en universidades, impuestos sobre los hidrocarburos y transporte público, incremento de un 10% en el canon del agua, bajada de sueldo a los funcionarios y un ticket moderador en las recetas de medicamentos, no parece que dichos recortes vayan dirigidos a los que van sobrados de "tela marinera", sino a los que más les falta para llegar a final de mes.
No obstante, veo más coherencia en la actitud de Artur Mas que en la de algunos ciudadanos que le votaron y, ahora, decepcionados por los recortes, dicen sentirse engañados. Se quejan de que si Mas hubiera revelado su plan de recortes antes, no hubiera tenido el éxito electoral cosechado. ¿Qué piensan que hará Rajoy cuando tenga plenos poderes? Desvelarnos los recortes que ocultó tan celosamente en campaña y que serán iguales o peores que los de Artur Mas.
De modo que ahora ya no vale alegar engaño o ignorancia. A quienes piensen que se han equivocado al votar, siempre les quedará el consuelo de fabricarse una pancarta y salir a protestar a la calle. Aún tenemos derecho al pataleo.
Pedro Serrano
Valladolid

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