Cartas de los lectores

27 de diembre

Contratar pensando en despedir
Es una mala noticia que la CEOE insista en decir que las empresas no contratarán si no se abarata el despido. Más que nada porque hace pensar que las empresas contratan pensando en despedir, pensando en subvenciones u otras oportunidades en beneficio de los empresarios, especulando con tener en nómina a individuos para un mero cumplimiento de requisitos. Los tiempos cambian y aquellos pelotazos de los ochenta los quieren transformar en una nueva fórmula de especulación que desestabilizará el mercado laboral. Suele ocurrir que, cuando vienen mal dadas, a los lobos se les cae la piel de cordero y desde luego poco han aprovechado el tiempo de las vacas "gordas" para mejorar su formación y conocer a sus competidores. Una buena empresa se basa en una buena reputación y un capital humano capacitado. Ya lo dijo Voltaire: "Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero".
María José Izquierdo Borao
Teruel

La victoria electoral y su efecto balsámico
Resulta sorprendente el poder balsámico de la victoria en los partidos políticos en general, y del Partido Popular en particular. Antes de las elecciones, la consigna parecía ser la de armar todo el ruido posible, la descalificación (cuando no el insulto puro y duro) y la crispación parlamentaria y mediática. Ganados los comicios y, mayoría absoluta mediante, el PP opta por alabar al Gobierno saliente presumiendo del anteriormente ridiculizado "talante". Así, los nuevos ministros llegan loando a su antecesor y haciendo llamadas a un "diálogo permanente" (Fátima Báñez), reconociendo "su esfuerzo, dedicación y capacidad para estar a la altura de las circunstancias" (Luis de Guindos) o admitiendo "una gestión ejemplar del fin de ETA" (Jorge Fernández Díaz). No voy a criticar este cambio de actitud del Partido Popular, pero conviene recordar que es el mismo partido que mostró escaso sentido de Estado en unos momentos realmente duros. Mariano Rajoy, su líder de entonces y actual presidente del Gobierno, pide ahora una lealtad que no dispensó a Rodríguez Zapatero. Más vale tarde que nunca.
José María García Diago
Barcience (Toledo)

Imponer unos derechos por encima de otros

La advertencia de Fernández Díaz, nuevo ministro del Interior, sobre la función de las Fuerzas de Seguridad del Estado me ha puesto los pelos de punta. Según Díaz, son las encargadas de velar por que los derechos de manifestación y reunión sean "compatibles con los derechos de los demás ciudadanos para poder vivir en una sociedad libre y democrática en la que puedas transitar por la calle con normalidad". De su advertencia puede interpretarse una arrogación de poderes jurisdiccionales y legislativos que no le corresponden. Sus palabras contradicen lo expuesto en el artículo 20 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (libertad de reunión pacífica), así como en el 21 (derecho de reunión pacífica y sin armas), y 24 (tutela de los derechos por los jueces, no por las Fuerzas de Seguridad) de la Constitución. Fernández Díaz, como ministro no puede legislar, ni resolver conflictos de derechos individuales. Díaz es miembro de un Gobierno que ha proclamado abiertamente que gobernará para todos los españoles, no sólo para los que transiten por la calle. Le ruego que rectifique sus declaraciones o dimita.
Eduardo Tolosana Villegas
Madrid

Políticos y empresarios grises en un país sin ideas
Vestir de gris es vestir bien, no destaca, sigue la norma. En las empresas llegan a puestos de dirección aquellos que obedecen, callan, e incluso trabajan. Los que tienen ideas y las defienden con valentía, como molestan y dan trabajo a sus superiores, no valen, no prosperan, pues hacen pensar. Los empresarios españoles no quieren problemas con ideas nuevas, sólo desean pedidos o contratos a dedo de la Administración, para eso comen, van al fútbol, a los toros y a saraos diversos con los políticos, normalmente con los del PP. En política, también triunfa lo gris. Ha llegado a presidente un señor que no ha dicho nada fuera del guión que le han marcado, por eso siempre lee lo que dice, un señor que ha callado ante situaciones importantes, no ha ofrecido nada y ha hecho una oposición de descalificaciones e insultos. Se ha limitado a obedecer a los grupos de presión de su partido y ahora está pagando la deuda contraída con aquellos que le han aupado. Un país con políticos grises, empresarios grises y ciudadanos grises que votan sin pensar es un país gris que sólo destaca en escándalos financieros y en la práctica del pelotazo.
Jose María Martínez
Madrid

La fiesta nacional y las prioridades políticas
Estoy asombrada con las prioridades de nuestros políticos. Ahora resulta que muchos corren para declarar la fiesta de los toros "bien de interés cultural". Algunos tenemos claro que la dichosa fiesta es una salvajada medieval. ¿Por qué no se preocupan los políticos en construir escuelas, guarderías, bibliotecas... es decir, en fomentar la cultura y no la barbarie? Gandhi dijo que la civilización de un pueblo se medía observando cómo trataba a sus animales... Pues deduzcan qué pensaría de España. Se recortan presupuestos para cosas muy importantes: atención a mujeres maltratadas, a dependientes, a la educación, a la sanidad, impago a las farmacias... y, en cambio, no hay dinero para subvencionar la cruel fiesta de los toros, que de fiesta no tiene nada.
Carmen Hitos

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