Cartas de los lectores

21 de enero

Un nuevo colonialismo
Tenemos la costumbre de escuchar las cosas que dicen las personas importantes, en lugar de escuchar las cosas importantes que dicen las personas. En estos días de terrorismo económico, casi nadie está utilizando la más humana de nuestras habilidades: el sentido común. Cuando el aumento del interés de la deuda soberana de un país obliga a refinanciar la deuda a corto o medio plazo, lo que está teniendo lugar es un proceso encubierto de colonialismo económico a la antigua usanza: mediante la creación de una crónica e impagable deuda externa. En el Fórum de Barcelona del año 2004 se empezó a llamar "deuda indigna" a la que se creaba a pesar de saber que en el futuro causaría graves problemas al país que la contraía. Hoy parece que vivamos una epidemia de indignidad, con los estados acudiendo a los especuladores financieros con tal de ingresar
algo de dinero extra en sus maltrechas arcas.
Pablo González Caballero
Madrid

La paradoja populista hipócrita del Gobierno
Debe de haber algo oculto en las palabras del ministro Montoro y, como supongo que cuando habla no da puntada sin hilo, voy a especular desde mi ilustre ignorancia:
1. Dichas palabras están orientadas a sustituir a los políticos (derrochadores, inconscientes...) por tecnócratas bendecidos por los mercados.
2. La persona que tenga disposición y valores de servicio público que quiera cambiar el mundo desde la política tendrá "el ojo que todo lo ve" encima para no actuar como requiera la situación, sino según parámetros cuantitativos marcados por la teoría económica neoliberal, es decir, no gastar nunca más de lo que se ingresa.
3. Las personas comprometidas y con ideales, elegidas para gobernar con el apoyo mayoritario de los ciudadanos, verán coartada la decisión legítima de actuar según las necesidades de la sociedad por trabas burocráticas de índole conservadora y de resultado numérico.
Hasta aquí entiendo que los modelos de Ruiz-Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid y de la Comunidad Valenciana de Camps y Fabra están fuera de lugar en el nuevo diseño político del Gobierno del PP. Lo que no tengo tan claro es cuál es el tipo de sociedad que quieren.
Antonio Pecellín
Cala (Huelva)

Los recientes logros del Ejecutivo del PP
En campaña, Rajoy y los suyos indicaron claramente que no subirían los impuestos. Nos engañaron y han dado un hachazo fiscal a los trabajadores, a los pensionistas y a las clases medias, ya ni siquiera hablo de las clases humildes porque estoy seguro de que el número de pobres va a subir en España, lamentablemente. Se han cargado la Ley de Dependencia, la están paralizando y no pagan a sus beneficiarios en muchas de sus comunidades. Iban a generar confianza en Europa pero las agencias de calificación siguen a lo suyo. Iban a conseguir muchos empleos, pero Rajoy ya habla de 5.400.000 parados. Han eliminado la renta básica de emancipación para los jóvenes. Están preparando una reforma laboral siguiendo los consejos de la CEOE, los sindicatos no pintan nada. En Medio Ambiente se cargarán la actual Ley de Costas para volver al ladrillo y la especulación. Van contra los investigadores, contra los funcionarios. Se han cargado el aparato policial que acabó con ETA. Podría continuar, pero son tantas malas noticias que necesitaría un libro. Con ellos, España va bien sólo para los ricos y para la industria del lujo, con su crecimiento desbocado.

Antonio Gamallo
Madrid

Funcionariado docente e investigador de la Universidad
El profesorado universitario pertenece a un sector intelectual de la sociedad con ingresos limitados, muy de clase media, sujetos siempre a la transparencia y escrutinio públicos. Se contenta con una vida digna dedicada al estudio y la generación de nuevos conocimientos y ve en su trabajo intelectual y en los conocimientos desarrollados por su alumnado una de las mayores recompensas.
No es este el sector ambicioso, arrogante y desmedido que ha hecho caer a nuestro país no sólo en la bancarrota, sino en la falta de ética y en la injusticia y ha abandonado a nuestra juventud a la desesperanza.
Se está desmantelando un sector necesario, no sólo como motor económico y de bienestar social y cultural. Se está arrancando la ilusión a los intelectuales, despreciando su trabajo y mofándose de su esfuerzo. Se está eliminando la necesaria investigación que proporciona innovación y nuevas fuentes de actividad laboral. Y se está transmitiendo a la juventud la moraleja de que dedicarse al estudio, al pensamiento, a la creación y la docencia, no sólo no se valora en nuestro territorio, sino que además se penaliza.
Marián López Fernández Cao
Profesora titular de universidad

Sometidos a los especuladores y sin rechistar
Estamos sometidos a quienes con sus indicaciones hacen ejercer una autodisciplina a países occidentales para no ser castigados con rebajarles una letra en su valoración –aleatoria, claro–.
Están dentro de esa espiral un puñado de vanidosos que se creen los amos del mundo cuando son sólo meros ejecutores, los capataces de la hacienda, la sociedad donde vivimos, esa que ha sido convertida en un ideal de sociedad despojada de huella humana y de la libertad del individuo, porque a esta la disfrazan con la individualidad para que cada uno mire a su ombligo, alejándonos cada vez más como grupo con un mismo fin, subsistir. Quieren obtener algo a costa de privar a otros de dicha posesión.
Esos capataces y nosotros estamos sometidos por los especuladores, pero los capataces nunca se han rebelado: nos toca a nosotros los oprimidos, es la única opción.
José Enrique Centén Martín
Sieteiglesias (Madrid)

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