Cartas de los lectores

2 de marzo

Los devotos del libre mercado
Pasé los primeros 12 años de mi vida en un pueblo madrileño donde las familias eran casi autónomas, un par de cabras en un hatajo comunal, las gallinas y el cerdo en el corral. Hasta 1967 no tuve agua corriente ni gas butano. Ahora, no pongo la calefacción, leo en la biblioteca, me desplazo en bici, mi ropa dura varias temporadas, mis comidas son frugales, no tengo móvil, pero sí una televisión y vídeo (me encanta el cine). Apenas viajo, mi sueldo es el base. Hago lo posible por reducir mi consumo para no agredir al entorno.
Estaba empezando a dudar de mi propia conducta, tan contraria a los usos sociales, pero el empeño que ponen los devotos del libre mercado para que consumamos sus productos y asumamos sus valores, convirtiéndonos en emprendedores-depredadores, me obliga a reclamar estilos de vida como el mío, más sencillos y necesarios, por si existiera otra forma de arreglar esto.
Luis Fernando Crespo Zorita / Alcalá de Henares (Madrid)

Baltasar Garzón o la democracia plena
Si finalmente la ultraderecha, con la ayuda de los jueces conservadores nostálgicos del franquismo, logra su objetivo de apartar al juez más eficaz que hayamos tenido, habrá quedado patente lo que ninguno podíamos imaginar a los 30 años del fin de la dictadura: que en este país no existe realmente una democracia plena como pueda haber en un Estado avanzado como Alemania, que es capaz de condenar y perseguir su ignominioso pasado.
Ahora me doy cuenta de que tan sólo vivíamos en la ilusión de pertenecer a un país democrático.
Manuel José Freire Rosales / Profesor titular de la Universidad de Sevilla

Desasosiego ante la actuación de la Justicia
Después de conocer la actuación del juez De la Rúa en el Tribunal Superior de Justicia de Valencia en el caso de los trajes de su amiguito del alma Francisco Camps, causa cierto desasosiego entre la ciudadanía que nueve de los 15 magistrados del Tribunal Supremo que deben decidir sobre el caso Gürtel y las querellas contra Garzón fueran propuestos por el PP.
¿Se imaginan el daño que causaría a la imagen de la democracia española en el exterior que el tribunal no entrara en el fondo de los asuntos y, en función de defectos estrictamente formales, quedaran libres los principales gürtelianos mientras Baltasar Garzón fuera condenado por desempolvar los crímenes del franquismo?
Enrique Chicote Serna / Arganda del Rey (Madrid)

Las variables de las facturas y los impuestos
Si las familias pagan la factura eléctrica, la del gas, el teléfono, etc. en función del consumo realizado, ¿es razonable continuar abonando el recibo correspondiente a la recogida de basuras atendiendo únicamente al valor catastral de la vivienda, sin tener en cuenta factores como pueden ser la cantidad generada o la renta disponible de las mismas? Por ejemplo, es evidente que un piso habitado por una sola persona mayor que tiene una reducida pensión de viudedad producirá una cantidad de residuos sensiblemente inferior a otro en el que viva una familia de tres o cuatro miembros y con unos ingresos elevados.

Entonces, ¿por qué no recalcular la cuota?
¿Qué beneficios obtienen los ciudadanos que dedican tiempo y espacio al reciclaje? Si la Administración penaliza o premia a los conductores según sea su comportamiento en la carretera, ¿por qué no adoptar medidas que reconozcan la contribución de los ciudadanos al cuidado y conservación del medio ambiente?
Alejandro Prieto Orviz / Gijón (Asturias)

El PP y su habitual actitud en la lucha antiterrorista
Cada vez que el PP utiliza la lucha antiterrorista como arma de confrontación, no sólo insulta la memoria de las víctimas, sino la de todos aquellos que sí recordamos cómo actuaron unos y cómo lo hicieron otros en el último alto el fuego de ETA.
Escuchar a Ignacio Cosidó afirmar que Rubalcaba fue nombrado ministro de Interior en connivencia con la banda, o a Cospedal acusar al Gobierno de perseguir más a su partido que a los de la banda terrorista cuando se están produciendo los mayores logros policiales contra los etarras, resulta nauseabundo.
A lo largo de la legislatura pasada, en plena tregua, el PP se hartó de repetir que se había pactado la anexión de Navarra con el País Vasco, la autodeterminación de Euskadi o que el proyecto de ETA era el de Zapatero. Ninguna, absolutamente ninguna de todas esas infamias tuvieron reflejo en la realidad, y eso lo constata el hecho de que la presión policial y judicial no ha cesado.
El PP debe de haber olvidado cuál fue su política antiterrorista durante la tregua de 1998: excarcelaciones, acercamiento de presos y ni una sola detención en los siete primeros meses de alto el fuego. Pretende no sólo instaurar la desmemoria entre la ciudadanía, sino también adjudicarse los últimos logros de una lucha de la que sólo quiere sacar provecho político.
Alberto Ríos Mosteiro / Madrid

La doble moral de la Iglesia y de algunos políticos
La hipocresía de políticos y representantes de la Iglesia católica llega a límites insoportables cuando tratan el tema de la interrupción voluntaria del embarazo.
Me pregunto, y les pregunto, ¿dónde aparcan la conciencia y la berborrea cuando cientos de miles de niños y niñas son asesinados en las guerras con armas que son fabricadas en su país y cuyo coste está reflejado en los Presupuestos Generales del Estado? No los he visto levantar la voz al respecto.
¿No será porque las que abortan son mujeres y los que disparan y matan son hombres?
Qué casualidad.
Alicia García Romera

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