Cartas de los lectores

19 de abril

Paradojas de un país
Es evidente que para que en este país comenzara de verdad la democracia, el derecho, la justicia y demás valores humanos y sociales, los mayores delincuentes y criminales deberían estar en la cárcel, e incluso algunos en el psiquiátrico. En cuanto a los desinformados e ingenuos de buena fe, engañados por aquellos y sus cómplices aduladores, deberían en principio acudir a la escuela o a una biblioteca.
En este país, los gérmenes de la corrupción, la impunidad, la opresión y demás demonios ya estaban implícitos en la dictadura de Franco, y aún no han desaparecido ni de la sociedad ni del Estado, a causa de varios factores, entre ellos por una ambigua y limitada Constitución que aceptamos por miedo al ruido de sables.
Que se juzgue a un juez por investigar delitos y que, en cambio, los corruptos del caso Gürtel queden absueltos o libres, son dos de las mayores paradojas de este loco mundo y de este país en concreto.
Manuel G. Burgos / Madrid

La crítica de algunos jueces a los cargos públicos
El órgano de gobierno de los jueces critica a los cargos públicos que participan en la campaña de solidaridad con Garzón. De criticar, se puede criticar todo, como aquella crítica de Quevedo que decía que "menos mal hacen los delincuentes que un mal juez".
Josep Robert Reig Miró / Barcelona

Se me ocurren preguntas raras ante ciertas propuestas
¿El juicio a Garzón es un síntoma del funcionamiento del Estado de derecho, mientras que el caso Gürtel, sin embargo, es una conspiración?
¿Una niña de 12 años debe ser juzgada como una adulta por asesinato mientras que una de 16 no puede decidir abortar por su cuenta?
La falta de coherencia politica es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos.
Ignacio Caballero Botica / Madrid

La mala conciencia de la derecha española

A la derecha le han sabido a cuerno quemado las manifestaciones de apoyo al juez Baltasar Garzón en la Universidad Complutense. Incluso la prensa más casposa ha llegado a decir que se trató de un acto guerracivilista. En fin. El argumento principal que esgrimen es que, en contra de lo que según ellos decimos los que apoyamos al magistrado, a Garzón no se le va a juzgar por investigar los crímenes del franquismo, sino por prevaricar, al considerarse competente para hacerlo. ¿Y quién dice lo contrario?
Es evidente que se le acusa de prevaricar, y nadie ha deducido de ello que se le quiera apartar de la carrera judicial por investigar los crímenes del franquismo, como nadie se ha planteado iniciar por tal motivo una guerra civil. Si la derecha tiene pesadillas, que lo consulte con su psiquiatra, pero que no moleste a las personas corrientes que lo único que queremos es que se devuelva la dignidad a las víctimas del franquismo. Nos parece obsceno que a estas alturas aún no se haya puesto fuera de la ley a un partido extraparlamentario y antidemocrático como es Falange Española de las JONS. Es obvio que si no existiera ese partido, ahora mismo nadie habría puesto el menor inconveniente para que el juez Garzón investigara los crímenes del franquismo. Ahí está el quid de la cuestión, y no en esa especie de ejército de gamusinos devorados por la mala conciencia.
Mario López Sellés / Madrid

Que el PP empiece a aplicarse el cuento
El inefable ex presidente Aznar dice que "la izquierda se alegra cada vez que alguien cae en la red de la protección social". Cierto, pero no por lo que él da a entender, sino porque los gobiernos de izquierda extienden la protección social, a diferencia de los gobiernos de derecha.
Dice también que "los gobiernos deben asimilar que quienes crean empleo son las empresas". Cierto, a pesar de que el partido que él preside honoríficamente no lo asimila, pues culpa al Gobierno de crear parados. Dice también que la "rigidez y el coste fiscal del mercado laboral desincentivan la contratación". Debe de ser por eso por lo que los gobiernos que él presidió permitieron que unos 700.000 extranjeros irregulares trabajaran sin contrato laboral, bolsa que afloró en la regularización que acometió el Gobierno de Zapatero.
Dice también que, para salir de la crisis, se necesita un mercado laboral más flexible, aunque en tiempos de bonanza nadie lo exigía. Dice también que la Complutense debe "elevar su nivel de enseñanza en vez de hacer ciertos actos". Aplíquese el cuento, Aznar: eleve su nivel y deje de decir simplezas, "si puede", que diría Rajoy.
Francí Xavier Muñoz Sánchez / Madrid

Imaginar seis grados más en verano
La previsión para finales de siglo en España presentada por la Red Temática Clivar-España de un aumento de temperaturas de hasta seis grados en verano y la reducción de hasta un 50% en las precipitaciones es tan estremecedora que nadie se ha atrevido a sacar las consecuencias obvias.
Basta imaginar el verano andaluz de 2100 para darse cuenta de que es el mayor problema de España. Debemos unificar todos nuestros objetivos, estrategias y esfuerzos para reducir las emisiones de CO².
No conseguí tomar muy en serio a los 350.000 habitantes de las Maldivas que en Copenhague denunciaban que pronto se iban a quedar sin tierra bajo sus pies. Pero las previsiones de Clivar deben acabar con toda inconsciencia.
España debería incorporarse ya al grupo de países amenazados y dedicarse con ellos a exigir a los poderosos que firmen un acuerdo vinculante global ambicioso, justo y sobre todo eficaz. Ya que no se consiguió en Copenhague, hay que trabajar para que lo firmen en 2010 todos esos estados poderosos que parecen tan mareados por sus demás problemas que no consiguen fijarse en lo que más nos importa. Y dependemos de ellos tanto como las Maldivas.
Pablo Osés Azcona / Fuengirola (Málaga)

Más Noticias