La ciencia es la única noticia

Bye, bye, señor E.T.

CIENCIA DE PEGA // MIGUEL ÁNGEL SABADELL

Este año se cumple el sesenta aniversario de la primera aparición de los ovnis. Keneth Arnold los lanzó a la fama el 24 junio de 1947. Y debió de gustarles, porque al mes siguiente decidieron estrellarse cerca del pintoresco pueblecito de Roswell dejando que los restos fueran a parar a las manos del gobierno estadounidense.

Cuando se habla de ovnis nadie escucha objetos volantes no identificados sino naves espaciales. Habría que cambiar el acrónimo de OVNI a PONEBID (gracias por el nombre, Félix Ares): Portentosa Nave Extraterrestre con Bicho Inteligente Dentro.

La evolución histórica del fenómeno es la misma que sucedió con brujas y espíritus: un comienzo llamativo que se va embrollando hasta llegar a su momento álgido de paranoia y estupidez para acabar haciendo mutis por el foro. De lucecitas en el cielo se pasó a aterrizajes y contactos con seres humanos. En sus primeras comunicaciones decían provenir de Venus o Marte. Al llegar nuestras naves, descubrimos que la descripción que daban de sus tierras no se parecían en nada a la realidad, por lo que cambiaron su discurso alejándose cada vez más de nosotros: las Pléyades, Sirio, Orión, etc.

Mientras sus contactados nos inundaban con mensajes propios de jardín de infancia (de ciencia y tecnología no decían ni mu), empezaron a llegar los E.T. malos cuyo pasatiempo era degollar ganado, raptar humanos para realizar infames experimentos y, cómo no, tener relaciones sexuales.

Al parecer, los norteamericanos deben de ser mejores que nosotros en eso de acostarse con extraterrestres, pues por cada europeo abducido hay unos diez estadounidenses. Admitámoslo: somos una especie aburrida. No les hemos interesado ni siquiera un siglo. La cosa fue decayendo durante los años noventa y desde principios de siglo han desaparecido de nuestros cielos.

Brujas, espíritus y ovnis son producto de nuestra mente: su trasfondo es idéntico, su aparición está ligada a momentos sociales, nunca hay pruebas definitivas y pasan a formar parte del folclore.

¿Sabe cómo se ganan la vida quienes nos inundaban con artículos sobre ovnis? Vendiendo conspiraciones y bobadas pseudohistóricas. ¡Ah! Y como no tienen mucha imaginación, rescatan ideas olvidadas como la de civilizaciones perdidas. Pobrecitos. E.T. ya no da de comer ni a sus más abnegados acólitos.

Más Noticias