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Recuerdos del corazón

CIENCIA DE PEGA // MIGUEL ÁNGEL SABADELL

Demos la bienvenida al Universo de Energía Viva. Como toda gran idea revolucionaria, se puede describir perfectamente en dos palabras, "todo recuerda". Pero todo, todo. No se rían, porque es cierto. Lo dice Gary E. R. Schwartz, profesor de Psicología y Psiquiatría de la Universidad de Arizona. Y no es para desdeñar con un movimiento de mano lo que afirma todo un doctor por Harvard. Parte de sus inspiradoras ideas le vienen del filósofo australiano David Chalmers, que en su libro La mente consciente argumenta que la conciencia es un fenómeno universal, una propiedad fundamental del cosmos, como la energía o la materia; todo lo que en él existe posee, en cierto grado, conciencia.

Como toda teoría científica debe tener fórmulas, Schwartz le coloca una: E=mcR, esto es, Evolución=memoria x circulación Repitiendo. Esto no lo supera ni el psicomago Alejandro Jodorovsky. Evidentemente, su teoría también realiza predicciones sobre procesos aún no descubiertos. He aquí la lista: los fotones están vivos y evolucionan; electrones y protones resuenan y así almacenan información y energía; desde el agua al ADN, las moléculas están vivas y recogen toda la información de sus vidas; cada célula almacena información de todo lo que entra en contacto con ella; el Sistema Solar, la Galaxia y el Universo son eternos y están vivos, evolucionan; una conciencia creativa ha existido desde la Gran Explosión y aún evoluciona: "Existe un proceso Divino y no puede morir".

Schwartz envida y lanza un órdago cuando afirma que su hipótesis del recuerdo sistémico predice que los pacientes con trasplantes cardíacos podrían conectar con los recuerdos personales del donante, almacenados en las células del corazón. El libro Un cambio de corazón, de una tal Claire Sylvia, receptora de un trasplante de pulmón y corazón y que tenía recuerdos del donante, le confirma su idea, junto con los 73 casos de memoria celular recogidos por el neuropsicólogo Paul Pearsall. Muy pocos, teniendo en cuenta que se realizan miles de transplantes cada día. Claro que a lo mejor las sucias células del riñón no son tan puras como para almacenarlas.

Y no digo nada con los millones que han recibido alguna válvula de cerdo. Si todo el universo tiene memoria... ¡qué alucinante tener los recuerdos de un cochino! Pero lo más divertido es cuando Schwartz se plantea si un corazón artificial puede hacer lo mismo. No hace falta que conteste, ¿verdad?

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