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¿Vota internet?

VIDA 3.0 // JUAN VARELA

* Autor del blog Periodistas21

El número uno a las elecciones europeas del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, encabeza un manifiesto "por una Internet libre, abierta y participativa" mientras el Gobierno negocia con las operadoras y la industria cultural un pacto para acabar con las descargas sin orden judicial.

El PP critica el proyecto de Escuela 2.0 presentado por Zapatero pero propone "aumentar la tecnología en los colegios y en las aulas" con formación del profesorado y software libre, aunque su promesa estrella sobre sociedad de la información es proteger los derechos y libertades de los usuarios con la bandera anti canon digital, enarbolada ya en las elecciones generales de 2008.

Izquierda Unida afina un poco y defiende convertir internet en un servicio universal con acceso gratuito básico de un mega frente a la pobre garantía actual de disponer de un teléfono público con conexión. Su oposición a las patentes de software, mantener sin penalización las descargas sin ánimo de lucro y la digitalización de los fondos culturales y archivos para un acceso libre y gratuito son sus respuestas a algunas polémicas europeas recientes.

Internet ya está en las elecciones no sólo como instrumento para la campaña, sino como un capítulo que gana espacio en los programas. Pero los partidos coinciden en vaguedades: extensión de las redes de nueva generación, más tecnología en las pymes, fomento de la I+D+i, libertad para los usuarios con garantías para la propiedad intelectual... ¿Y las medidas concretas y factibles? Pocas. El programa del PSOE es vago y se centra en la defensa del Plan Avanza. El PP se aferra a los derechos y libertades sin concretar la regulación de la propiedad intelectual ni cómo derribará las barreras legales y del mercado de telecomunicaciones español para extender las redes de nueva generación. Tampoco explica cómo repartiría el dividendo digital que las televisiones se vuelven a quedar tras el apagón analógico. Sólo IU se atreve a cuestionar el poder de la industria del software y la cultural, además de asumir que lo público debe ser libre y abierto en internet.

De neutralidad de la web, estándares abiertos y sin barreras tecnológicas en la Administración, ampliación del dominio público, garantías de los derechos de conectividad y acceso y participación, gobierno abierto y transparencia informativa, poco o nada. Internet corre el peligro de ser un capítulo propagandístico en los programas de los partidos en lugar de un elemento fundamental de políticas cotidianas y transversales en la sociedad de la información.

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