La ciencia es la única noticia

Columna de verano

VENTANA DE OTROS OJOS // MIGUEL DELIBES DE CASTRO
* Profesor de investigación del CSIC

Creo que fue Francisco Umbral el que escribió una vez, y me hizo gracia, que le habían invitado a dar clase en una universidad de verano y que, afortunadamente, le había parecido "más de verano que universidad". Sospecho que también esta primera columna del nuevo curso de La ciencia es la única noticia va a resultar más de verano que académica. Es lo que piden estos calores, ¿no? Al menos, trataré de que la pizca de ciencia que pueda incluir sea refrescante.

El verano es propicio para practicar deporte, pero como hace mucho calor, es necesario beber a menudo. Disfruto de los largos paseos en bicicleta y, aunque es posible llevar un par de botellines con agua, a menudo no son suficientes, y resulta un engorro localizar las fuentes de los pueblos y detenerse para rellenarlos. Por eso muchos cicloturistas más serios y competitivos que uno llevan el agua, que se conserva fresquita, en mochilas a la espalda, desde donde beben directamente por un tubo. Las llaman camel-bag o bolsa de camello, supongo que por su posición en el cuerpo parecida a la de una joroba. Sin embargo, tal vez sería más adecuado llamarlas garganta de elefante. Desde hace más de un siglo, los naturalistas habían oído decir a los habitantes del Namib que en pleno desierto los elefantes se refrescaban rociándose con agua que no sabían de dónde sacaban. Nadie se lo había tomado muy en serio, la verdad. No hace mucho tiempo, sin embargo, expertos de la BBC han conseguido filmar por primera vez ese comportamiento. Los elefantes ingieren grandes cantidades de agua a primeras horas de la mañana y luego se desplazan para comer a muchos kilómetros. Varias horas más tarde, cuando las temperaturas alcanzan los 45ºC y no hay bebederos cerca, utilizan su trompa para extraer agua almacenada o regurgitada en su garganta, y se rocían con ella las orejas y otras zonas bien irrigadas con el fin de refrigerarse.
Pero cambio de asunto, sin dejar las bicicletas. En Reino Unido han tenido la humorada de hacer un estudio sociológico sobre la percepción de la gente sobre los ciclistas, principalmente en la ciudad. De acuerdo con el periódico The Guardian, la principal conclusión es que para el 65% de las casi 4.000 personas entrevistadas, los ciclistas somos "personas normales" y sólo el 7% nos considera "raros". Es más, únicamente el 10% piensa que los ciclistas urbanos seamos unos "hippies izquierdistas y barbudos". No sé cómo tomarlo.

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