Ciudadano autosuficiente

La R de rechazar

La R de rechazar

Tras las tres R (reducir, reutilizar y reciclar) llegaron las seis o diez o doce erres. Pero últimamente se está imponiendo la versión más sencilla: una única erre, la de rechazar. Consiste en no hacer una serie de cosas dañinas para nuestro bolsillo, nuestro medio ambiente y nuestra sociedad. Aquí mostramos seis ejemplos de cosas que nos conviene dejar de lado:

La comida simulacro

Se trata no comprar ni comer alimentos ultraprocesados. Este truco es la recomendación alimentaria más sencilla y eficaz. este tipo de alimentos se reconocen porque se venden en envases de colores vivos y con reclamos como "natural", "bajo en grasa", etc. Esta comida es cara, contaminante y nociva para la salud.

En su lugar: comprar alimentos frescos o alimentos transformados pero que guardan sus buenas propiedades, como muchas conservas vegetales o de pescado.

Dificultad: alta. Es difícil no dejarse engañar por los reclamos saludables de la comida ultraprocesada.

La tecnología obsoleta y contaminante

Es una buena idea evitar la compra de electrodomésticos de clase energética que no sea A+++, pero es todavía mejor no comprar vehículos de motor de explosión. Un frigorífico de clase "G" y un coche diésel tienen en común que producen gran cantidad de contaminantes y de CO2, que intoxican nuestra atmósfera y contribuyen a la amenaza del cambio climático.

En su lugar: comprar tecnología moderna y descontaminante. El mejor ejemplo es la bicicleta, eléctrica si es necesario. El coche o la moto eléctricas también pueden ser una buena opción.

Dificultad: baja. Es muy fácil reconocer un coche contaminante, todos llevan tubo de escape. Y los electromésticos están perfectamente identificados con su etiqueta energética.

Componentes dañinos para la salud, como el azúcar, el aceite de palma, muchos edulcorantes, etc.

En su lugar: saber lo que comemos. En lugar de adquirir unas sospechosas galletas "ricas en fibra y bajas en azúcar", comprar un buen trozo de pastel hecho a base de mantequilla.

Dificultad: muy alta. Se necesita una lupa y mucha paciencia. Por desgracia la mezcla de azúcar y aceite de palma está ya en la mayoría de los productos para el desayuno, como galletas y cereales. ¡En algunos casos supone más de la mitad del producto, en peso!

Los productos con obsolescencia programada

No se trata solo de electrodomésticos, sino una nueva categoría, los productos supuestamente duraderos pero calculados para uso efímero. El mejor ejemplo es la ropa low-cost.

En su lugar: comprar productos duraderos y de calidad. También es posible recuperar y reciclar por nuestra cuenta determinados artículos, especialmente la ropa.

Dificultad: media. hay veces en que no parece haber alternativa, o la alternativa es mucho más cara que el producto de usar y tirar.

El carnivorismo

Es decir, comer un filete todos los días y los domingos un chuletón.

En su lugar: investigar el flexitarianismo y las ricas recetas con una proporción de carne justa y en su razón (entre un 10 y un 20% del plato), que son las de la cocina tradicional de cada región.

Dificultad: ninguna. Comer menos carne mejorará automáticamente tu salud, te permitirá ahorrar mucho dinero y te hará contribuir de manera importante a un planeta mejor. Hazte con un buen recetario de cocina.

En general

No dejarse llevar por la compra automática (de cereales de desayuno, de coches de gasoil o de gasolina, de aparatos de aire acondicionado, de camisetas a un euro, etc. )

Alternativas: hay muchas, en general más fáciles y baratas. Pero ahora, gracias a infinidad de apps y similares, es cada vez más fácil rechazar toda clase de productos claramente insostenibles.

Dificultad: en descenso. Lo que antes de llamó un estilo de vida alternativo o ecológico ahora es la opción más razonable para cada vez más personas.

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