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Tu consumo eléctrico como nunca lo habías visto

Tu consumo eléctrico como nunca lo habías vistoEl contador de la luz de toda la vida era un artefacto de baquelita negra, con un disco giratorio conectado a unas ruedecillas giratorias que, en conjunto, medían el crecimiento del consumo. Todo cien por cien analógico, a base de engranajes y ruedas dentadas. Había que leerlo, es decir, conseguir la llave del cuarto de contadores y tomar nota de la cifra marcada, aunque algunas casas lo tenían dentro del domicilio, por lo general en un rincón oscuro junto a la puerta de entrada.

Todo eso ha cambiado radicalmente con el nuevo contador digital, conectado con el ciberespacio de manera que la compañía eléctrica puede saber minuto a minuto cómo evoluciona tu consumo... y tú también, sin bajar al cuarto de contadores. Para ello necesitas una conexión a internet y una factura de tu compañía comercializadora, que te indicará la web en la que tienes que entrar. Por ejemplo, en el caso de Iberdrola puedes acceder a tus datos de consumo en iberdrola.es, pero Naturgy te envía a la página areaprivada.ufd.es.

Tras algunos trámites más o menos engorrosos para darte de alta en el servicio, conseguirás acceso a todos los datos habidos y por haber de tu consumo eléctrico: la evolución de tu gasto en kWh mes a mes, día a día y, casi lo más interesante, hora a hora. Todo eso aparece en la pantalla de tu ordenador en pulcros gráficos que, si lo deseas, puedes descargarte en formato de hoja de cálculo.

Otras informaciones de interés son la potencia máxima que has consumido en un período de tiempo determinado, dato útil para ver si puedes bajar el término de potencia, o incluso el acceso directo a una especie de versión virtual del contador. Los datos proporcionados pueden variar según la comercializadora que los suministra.

Los datos hora a hora de un día determinado son muy reveladores, pues reflejan el ritmo cotidiano de consumo. Por ejemplo, de 00:00 a 7:00, si todo el mundo duerme en la casa, lo que se ve es el consumo basal de la vivienda, achacable principalmente al frigorífico. Puedes probar a eliminar unos cuantos aparatos en standby y ver que pasa. Luego, a medida que avanza el día, habrá picos relacionados con el uso del resto de los aparatos eléctricos que haya en la casa: el termo, la cocina, el horno, el encendido del televisor y ordenadores, las lámparas, etc. Se puede ver como la calefacción eléctrica dispara el consumo a niveles pavorosos.

Una vez visualizado el consumo en detalle, ahora es más fácil abatir el consumo eléctrico y por lo tanto la factura. Si podemos moderar el consumo de la calefacción eléctrica eliminando fugas de calor, lo notaremos inmediatamente. Los termos eléctricos encendidos día y noche a plena potencia son un derroche constante de energía.

Cambiar un termo de cien litros sin posibilidad de regulación de la temperatura por otro más pequeño que se pueda apagar y regular a voluntad mostrará en seguida un descenso en picado del consumo. Y hay muchas más posibilidades de conservar y aun mejorar nuestro nivel de confort y al mismo tiempo bajar drásticamente nuestro consumo eléctrico.

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Photo by Murat Onder on Unsplash

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