Para ver una imagen del futuro, no hay más que acercarse a Phoenix, Arizona, algún caluroso día de agosto. Cientos de miles de aparatos de aire acondicionado funcionan a toda pastilla, proporcionando una atmósfera climatizada y agradable a la mayor parte de los 1,6 millones de habitantes de la ciudad. Los fenixienses descansan o trabajan a 24ºC mientras ahí fuera caen 40ºC. Hay un pequeño problema: las emanaciones de calor de los compresores de aire acondicionado elevan la temperatura de la ciudad, un grado más por encima de los asfixiantes 40ºC. Así que cientos de miles de termostatos giran una décima de vuelta y los aparatos aumentan su potencia, aumentando así la dosis de calor que envían a la atmósfera.
En Londres, UK, la demanda de aire frío en verano está pasando de muy poca a importante. El verano pasado, el sistema nacional eléctrico de Inglaterra y Gales tuvo que poner en marcha una central de carbón para abastecer la nueva demanda de aire acondicionado. Europa (salvo parte de los países del sur) nunca hizo un uso generalizado del aire acondicionado, y sus porcentajes de equipamiento eran muy pequeños. No obstante, Eurostat informa de que la necesidad de enfriamiento de los hogares se ha multiplicado por tres en los últimos 40 años. El número de equipos instalados se ha duplicado desde 1990, y se prevé que el ritmo se acelere en los próximos años.
En España, el aire acondicionado crece a buena velocidad, "convirtiéndose en el gran mercado de la climatización debido al aumento generalizado de las temperaturas medias". Como dice un experto del sector, "Con el calor se nos van casi todos los problemas". Es muy posible que la acusada frontera que existe actualmente entre regiones con mucho aire acondicionado (el sur y levante, con Madrid) y regiones con muy poco (el norte y el oeste) comience a difuminarse. Por ejemplo, si en Bilbao (que se acercó algún día a los 40ºC este verano) empiezan a entusiasmarse por el aire fresco de máquina.
El mayor mercado actual del aire acondicionado está en la India, con un porcentaje de hogares equipados todavía muy bajo, pero que crece con gran rapidez. En conjunto, es muy posible que en pocos años pasemos de los cerca de 2.000 millones de equipos instalados en el mundo a una cifra duplicada o triplicada. El consumo eléctrico asociado, que ahora mismo es algo menor del 5%, crecerá en proporción. Y ahora mismo un tercio de la electricidad se produce en nuestro planeta a base de quemar carbón, un 20% con gas natural y un 10% en centrales nucleares. La buena noticia es que más de un tercio de la electricidad se fabrica a base de la fuerza del agua, el viento, el sol y la biomasa y que este porcentaje está creciendo sostenidamente.
Parece que vamos a un mundo con clima artificial, en realidad dos climas: dentro de nuestras casas, aire frío producido a base de electricidad, y fuera de las viviendas, aire cada vez más cálido, en parte gracias a las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la demanda de aire frío, cuando la electricidad necesaria es generada a base de combustibles fósiles.
¿Qué podemos hacer? La verdad es que hay muchas soluciones sobre la mesa, y la primera es reconocer el aire fresco como un derecho, como se reconoce que lo es mantener la casa caldeada en invierno. A partir de ahí, habrá que buscar la manera de mantener un agradable clima interior sin estropear el clima exterior o general de nuestro planeta.
Soluciones hay muchas. Entre ellas, refrigeración no basada en el compresor eléctrico (como la que utiliza evaporación), soluciones de refrigeración pasiva (desde persianas y toldos a captadores de aire fresco en altura), compresores ultraeficientes, sistemas de climatización integral a base de bomba de calor, aparatos de aire acondicionado conectados directamente a un panel solar, una "nueva cultura del aire acondicionado" que lo maneje con habilidad, multiplicar el abastecimiento eléctrico renovable, o iniciativas de urbanismo verde para reducir el efecto de isla de calor en las ciudades. La vegetación es clave, como se puede comprobar dando un paseo por cualquier parque el día más caluroso del verano.
Comentarios
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