Ciudadanos

Política, economía y elecciones

ANTONIO AVENDAÑO

Una de las tareas de la política es hacer creer a la gente que los gobiernos mandan más de lo que mandan. A todos los ministros de Economía les gusta simular que tienen el mando sobre la economía, pero no es verdad que lo tengan. La economía suele ir bien o mal en decenas de países al mismo tiempo y no es creíble que todos los ministros de Economía de todos esos países sean todos ellos muy listos o muy tontos al mismo tiempo. No es verdad que España haya crecido tanto durante tantos años gracias al talento de Rato o de Solbes, ni es verdad que éste sea culpable de la crisis que viene.
Rajoy acusa ahora a Zapatero del alza del paro y de los precios, pero antes sostenía que si la economía iba tan bien era sólo porque Solbes se limitaba a imitar a Rato. Cuando las cosas empiezan a venir torcidas, miente la oposición al culpar al Gobierno de ello, pero cuando venían derechas mentía el Gobierno al atribuirse un mérito que no era suyo. En realidad, la gran pregunta por contestar es de quién diablos es el mérito de que la economía vaya bien o la culpa de que vaya mal. Por eso es improbable que los recientes números rojos le pasen factura electoral al Zapatero. Las elecciones no las gana la economía. Las gana, y sobre todo las pierde, la política. Rajoy debería saberlo.

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