Ciudadanos

Jugar con fuego

JOANA BONET

En más de una ocasión, los familiares de mujeres asesinadas por sus ex parejas han expresado su malestar por el trato recibido en algunos platós. "No queremos que hagas crítica política, sólo que des testimonio de lo sucedido", le dijeron a Raquel, la hija de Ana Orantes, quien fue quemada viva en 1995 por su marido (con el que compartía casa, obligada por el juez) después de contar su vida de maltratada en Canal Sur. Es escalofriante la diferencia entre el tratamiento que reciben los malos tratos respecto a otros tipos de terrorismo. Los circos que se montan, con detectores de mentiras y encerronas temerarias. No entiendo por qué sólo se habla de las 69 víctimas en lo que llevamos de año y se olvidan los 69 hombres violentos que las mataron, enfatizando la victimización de la mujer en lugar de subrayar la criminalidad de su verdugo. A uno de ellos, el "haber sido humillado en televisión" le sirvió de atenuante. En los periódicos, aunque estas informaciones ya no se traten como ´sucesos´, acostumbra a aflorar la letra del tango en un contexto donde siempre opinan los vecinos en lugar de los expertos. Además de reclamar un continuado seguimiento de las noticias sobre la violencia género ,y de una mayor especialización, es necesario que los medios ejerzan su función social alejados del morbo. Además de nauseabunda, resulta tóxica la utilización de las tragedias personales a fin de subir la curva del share.

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