Virus, migraciones y cooperación para el desarrollo

Fotografía: AEXCID
Fotografía: AEXCID

José Ángel Calle Suárez, director de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID)

  • El COVID-19 ha venido a despejar todas las dudas: el mundo es uno solo, interdependiente, y así tendrán que ser las respuestas que le demos
  • Los gobiernos regionales acuerdan una alianza para avanzar juntos en caminos como el de la sostenibilidad, el refuerzo de lo público, la apuesta por lo local o la reducción de las brechas que nos separan

Si aún quedaban reservas de algún tipo, el COVID-19 ha venido a despejar todas las dudas: existe una absoluta interrelación entre todos los pueblos del mundo. Lo que hoy ocurre en Tánger, en Guinea Bissau o en El Salvador va a tener una consecuencia directa o indirecta en tu país, en tu pueblo y en tu barrio. Así es el mundo ahora: uno solo. Interdependiente. Igual que tendrán que ser las respuestas que le demos a los desafíos que éste nos presente: globales, compartidas; una sola. Incluso cuando lo hagamos desde nuestro país, nuestro pueblo o nuestro barrio.

Este entendimiento es el que ha llevado a la cooperación descentralizada de España (aquella que realizan las administraciones autonómicas y locales) a unirse en una declaración y alcanzar el consenso que este preciso momento necesita. Desde el convencimiento absoluto de que de esta crisis se sale cooperando, las agencias de cooperación regionales y la confederación de fondos municipales han comenzado a trabajar de manera conjunta en la construcción de ese mundo mejor al que aspiramos. Nunca antes ha habido un ejercicio de consenso por parte de tantos gobiernos subestatales para acordar una medida de solidaridad como ésta.

En esta declaración conjunta que acaban de presentar, los gobiernos regionales prestan atención a los impactos ocasionados por la pandemia y acuerdan una alianza que les lleve a avanzar juntas en caminos como el de la sostenibilidad, el refuerzo de lo público, la apuesta por lo local o la reducción de las brechas que nos separan. La gravedad de la situación, declaran, nos lleva a buscar un equilibrio entre lo urgente y lo importante. De manera que acuerdan priorizar también las consecuencias del cambio climático y las causas de las grandes migraciones  El objetivo sigue siendo el mismo: que nadie se quede atrás.

Pero para no quedarnos sólo en palabras, hemos decidido -no sin esfuerzo, dado el contexto- apostar también por un gesto económico importante. Gesto que dirigen hacia el sector de la población que hoy se encuentra atravesando, probablemente, una de las situaciones más graves de la historia: las personas refugiadas. La aportación, de más de 2,4 millones de euros, atenderá a las personas refugiadas que viven en los campamentos de Tinduf y Palestina.

Desde Extremadura, una de las regiones impulsoras del acuerdo, se considera que la movilidad humana es uno de los desafíos más importantes de nuestro tiempo, por lo que se ha convertido en uno de los tres faros que guían los objetivos, prioridades y recursos de la Cooperación Extremeña. Los otros dos faros son el feminismo y la sostenibilidad de la vida.

Así, por ejemplo, a través de la campaña "Red de Espacios Seguros", lanzada por la AEXCID y el ‘Comité Extremeño contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia’, se ha logrado que Extremadura cuelgue el cartel de "BIENVENIDAS" para recibir en los espacios públicos a todas las personas, independientemente de cuál sea su religión, lugar de procedencia, género o identidad sexual. O el Observatorio de Derecho de Asilo, Migraciones Forzadas y Fronteras que desarrolla junto con CEAR para constatar la situación de las personas refugiadas y migrantes que tratan de llegar a un lugar seguro a través de diferentes puntos fronterizos. O el Congreso de Periodismo de Migraciones, que la AEXCID realiza en alianza con la Fundación porCausa, y que es único en su especialidad en el mundo.

En definitiva, la solidaridad internacional se alza hoy más que nunca como una responsabilidad compartida e imprescindible, que ha logrado perfilar un objetivo común para las 17 comunidades autónomas y la Confederación de Fondos de Cooperación y Solidaridad: situar en el centro el bienestar y la vida digna de todas las personas y futuras generaciones.