‘Viaje a mi blanquitud’: Lo político afecta lo privado y lo privado afecta lo político, a veces son uno (7/∞)

‘Viaje a mi blanquitud’: Lo político afecta lo privado y lo privado afecta lo político, a veces son uno (7/∞)
Fotografía de sydney Rae

Laura Fernández (@EnDeconstruxion)

Laura Fernández, "una chica blanca normal y corriente" (si eso ahora significa algo) está @EnDeconstruxion y en una serie de artículos compartirá su proceso de deconstrucción blanca. De la autocrítica comienza el verdadero aprendizaje, ¡empecemos el viaje!

Hace tiempo que no escribía. He podido darme cuenta en esta temporada, que aunque el activismo sea tu vida, a veces tu vida es demasiado y tienes que centrarte en tí misma para poder seguir luchando. ¿Quién va a cuidar de ti si no eres tú misma?

¿Se puede separar lo político y lo personal? ¿Son la misma cosa? ¿Dónde quedan los autocuidados para la gente que lucha por el resto de la gente y por sí mismas socialmente? A mí me encantaría citar a una persona que admiro: "El activismo como forma de vida. No es una opción no ser activista, porque diariamente tengo que luchar. Si no peleo, no puedo vivir. No es una opción para nosotras no ser activistas y reclamar nuestra existencia. Nuestra vida es constantemente un acto político para poder existir", argumenta Yos Piña, migrante, artista y activista antirracista. Puedes encontrar la entrevista entera: aquí. En nuestras opresiones no tenemos opción de luchar o no, tenemos que alienarnos para sobrevivir o luchar para potencialmente vivir. En las opresiones de las que somos aliadas, podemos parar, puesto que no depende de nuestras vidas, ahí un gran privilegio a analizar. No podría ser más claro que lo personal es, y/o afecta lo político, y que la línea es muy fina para separarlo.

Estamos viviendo una situación mundial muy extraña, eso está sin duda afectando a nuestra forma de ser, de relacionarnos, de estudiar y formarnos, incluso de sufrir y expresar nuestras emociones. Creo que la gente más joven, sobre todo, se puede expresar mejor por las redes sociales que en persona muchas veces. Lo privado y lo público se está expandiendo como concepto, sobre todo en temas de activismo y por el impacto en el mundo de las redes sociales como forma de comunicación humana. La línea de la verdad y la mentira (no solamente con el resto del mundo, pero también el autoconcepto, la mentira o la verdad de quien somos, como nos vemos, etc.), la forma de contacto físico, de expresar nuestras emociones, el concepto y alcance del bullying, la discriminación y la violencia y las comunicaciones sociales en general están cambiando y nuestra vida cambia con ello. Desde antes de esta pandemia, pero sin duda ahora más.

En este seminario online realizado por la Coordinadora Extremeña de ONGD, puedes escuchar a Moha Gerehou, periodista, activista contra el racismo y Míriam Hatibi, activista catalana, portavoz de la Fundación Ibn Battuta y miembro activa de la comunidad musulmana, hablando de "Formas y manifestaciones del racismo, la xenofobia y otras formas conexas de discriminación: el papel de las tecnologías para prevenirlas y abordarlas". Es muy interesante la forma en la que abordan este cambio de la comunicación humana en relación con el activismo y el antirracismo.

En este tiempo también recibí la noticia de que una de las activistas de las que siempre hablaba en mis artículos y admiro mucho, a ella y a su trabajo, sufrió tanta violencia "de España" que tuvo que marcharse. Ella es Daniela Ortiz. No podría ser más claro que lo político es, y/o afecta lo personal, y que la línea es muy fina. Por luchar por los derechos de todas las personas racializadas en España, esta artista antirracista fue duramente violentada por el ignorante estado Español. Puedes firmar el comunicado de apoyo a Ortiz. Firma aquí.

Una de las razones por las que dejé de escribir aquí por un tiempo es que estoy en un proceso muy extraño de mi vida. Y como sociedad creo que también nos encontramos en un momento de pérdida, duelo y cambio. De aceptar que las cosas no son como antes, ni siquiera las luchas, que el mundo alrededor y dentro de nosotras está cambiado y tan rápido, puede dar miedo. Sobre todo si no entiendes lo que te rodea, si no te entiendes. El ser humano es muy complejo, lo somos, sin embargo, creo que potencialmente tiene la gran capacidad de sorprendernos en su aprendizaje y resistencia, así como en su ignorancia (aún habiendo tenido historia en ese mismo problema), tanto individualmente, como socialmente.

¿Alguna vez te has parado a pensar en el poder que tenemos en la sociedad? A veces ni siquiera somos conscientes, tanto del poder de opresión y violencia que podemos transmitir a otras y a nosotras mismas, como el poder de cambiar nuestra vida y la vida de otras personas de una manera positiva que tenemos.

Muchas veces dentro de la academia (de donde la blanquitud considera que proviene el conocimiento), de los activismos, de la prensa y los medios de comunicación y las redes sociales (y las narrativas que todos estos generan), nos llega la información que tenemos. Pero las personas que controlan, escriben y analizan, con sus perspectivas e ideas impuestas e influenciadas en mayor o menor medida por el sistema social, filtran todos esos conocimientos antes de llegar a nosotras. Esas personas y sus conocimientos nos alienan luego a nosotras y a la realidad de una sociedad, intervienen potencialmente en cómo nos comportamos con nosotras mismas y con el resto de la gente. Y si hablamos de las personas, instituciones y países con más poder de influencia, sin duda influyen en la sociedad global en general. Positiva o negativamente. Esto está relacionado también con la colonización, tema abordado en anteriores artículos.

Es algo muy complejo, social, histórico, etc. Pero de manera individual, pues es la que podemos manejar nosotras, si cada persona se hiciera responsable de su poder (privilegio) y de sus opresiones sociales, y de todo lo que podemos influir en el mundo y en la vida de otros seres humanos (así como seres vivos) cerca de nosotras, quizá el mundo sería menos complicado. Pero las utopías son una trampa, una trampa que te puede encerrar en la ilusión de ese futuro, las utopías te hacen prisionera de un futuro lejano e idealizado que se ve imposible por ahora. Mejor intentemos transformar nuestras realidades, crear eso que llamamos utopías en nuestra realidad actual.

Creo que escuchando a las demás personas puede ser un buen comienzo. Escuchando de verdad.

Hagamos que nuestra vida personal active nuestra vida política y viceversa. Destrocemos la individualidad y el egoísmo del occidente colonial, traicionemos nuestros privilegios y egos, rompamos con el sistema juntas, primero en nuestras redes de confianza y luego en grandes grupos, para luego pasar a cambiar la sociedad. Imaginemos un mundo en el que podamos dejar de sobrevivir y soñar. Solo hay un camino: ¡luchar! 

Pero si tienes un mal día/mes/semana/año, solo descansa y recupera fuerzas, rodéate de las personas que te quieren y te cuidan. Cuídate, quiérete y te estaremos esperando en la lucha.