De qué no se habla en política cuando se odia

Ana Rojas (@ana_rox_) / Fundación porCausa (@porcausaorg

  • Un nuevo estudio de la Fundación por Causa y Political Watch analiza el discurso migratorio en el Congreso de los Diputados
  • La actividad parlamentaria respecto a las políticas migratorias se ha incrementado, pero no para bien

"La mayor victoria del movimiento político antinmigración en la última década no ha sido ocupar gobiernos, sino influir a quienes los ocupan". Así empieza el informe ‘La política del miedo: Una radiografía de la narrativa de las migraciones en el Congreso de los Diputados’ que acaban de publicar la Fundación porCausa y Political Watch. Este estudio analiza la conversación sobre migración que tiene lugar en la Cámara baja desde 2019 hasta el presente.

La primera conclusión se presenta clara e irrebatible: la actividad parlamentaria respecto a las políticas migratorias se ha incrementado, pero no para bien. Ahora en el Congreso se habla más de migración, pero, ¿en qué términos? Como muestran los resultados del informe, la irrupción de la extrema derecha en el parlamento implica un auge de los discursos de odio en este espacio, que atraviesan cualquier propuesta política y determinan la agenda parlamentaria.

De qué no se habla en política cuando se odia
Número de iniciativas parlamentarias sobre migraciones (diciembre 2019 - junio 2021). Fuente: Fundación porCausa, Political Watch (2021)

El debate secuestrado 

Este "spam parlamentario" en torno a la migración no ha sido de naturaleza neutra y genérica, sino que forma parte de una estrategia antimigratoria orquestada por la extrema derecha, que ha arrastrado también al Partido Popular y a un Ciudadanos en plena desintegración. El hecho de que VOX se convirtiera en la tercera fuerza en el Congreso en 2019 es la razón por la que las iniciativas sobre migraciones se han duplicado con respecto a los ocho años anteriores. Iniciativas atravesadas por la xenofobia, basadas en la criminalización de la inmigración y el discurso diferenciador y discriminatorio, que han conseguido hacerse con el debate parlamentario, determinando los temas de los que se habla en detrimento de los que ni siquiera se mencionan.

El lenguaje en la cámara también se ha transformado. Términos como ‘inmigración ilegal’, ‘deportaciones’ o ‘MENA’ (acrónimo de Menores Extranjeros No Acompañados) se han convertido en protagonistas. "A nosotros como porCausa nos importan las conversaciones que están teniendo lugar, pero nos importan mucho más las que no: la reforma del modelo migratorio, la movilidad laboral...", explicaba Gonzalo Fanjul durante la presentación del informe el pasado 2 de diciembre.

De qué no se habla en política cuando se odia
Menciones por término en el Congreso (diciembre 2019 - junio 2021). Fuente: Fundación porCausa, Political Watch (2021)

"Cuando estás atrapado en la narrativa del otro es muy difícil contrarrestarla. Muchos de estos argumentos están impermeabilizados. La estrategia de entrar en esa agenda es muy desigual en los resultados", exponía el politólogo Nacho Torreblanca en el debate de presentación. El informe aclara que no solo la extrema derecha ha conseguido dirigir el debate, sino que aquellos partidos con enfoque de derechos han sido incapaces de reemplazar la narrativa existente de la migración como un problema. La iniciativa ha estado liderada por las agrupaciones más pequeñas, como Bildu o Compromís y Más País, del Grupo Parlamentario Plural.

"Cuando estás atrapado en la narrativa del otro es muy difícil contrarrestarla", dice Nacho Torreblanca

"Estamos en un país racista", explicaba Belén Unzurrunzaga, también presente. "Lo ha sido por lo bajo y hasta que un señor ha salido sintiéndose cómodo en un discurso violento y «de la reconquista» han empezado a salir todos del armario". De acuerdo con Unzurrunzaga, exdiputada del PP, la ausencia de una estrategia política para sustituir la línea narrativa actual se remite a la inacción del resto de partidos. "Es incómodo hablar de migración, no quieren abrir ese melón. Y menos con la debilidad del PP, la fuerza de VOX, el cierre de Ciudadanos, una pandemia de por medio y con Unidas Podemos desintegrándose".

Ni debatir, ni modificar: transformar

En el informe se proponen opciones para el cambio: "la respuesta eficaz a este fenómeno no consiste en tratar de modificar esta narrativa, sino en reemplazarla por completo". El discurso de odio tiene sus propios marcos y límites de conversación que nos impiden construir nuevas estrategias. Es necesario crear una narrativa propia, que no pretenda ir a la defensiva de los ritmos de la extrema derecha ni retroalimentarla, si no que ofrezca alternativas reales.

La respuesta a este fenómeno no es tratar de modificar esta narrativa, sino reemplazarla por completo

Parte de la solución también está en deshacerse de la idea asistencialista respecto a la migración, dejar de infantilizar e infravalorar a las personas migrantes y eliminando el ‘síndrome del salvador blanco’. "Cuando las organizaciones sociales insisten en tratar a los migrantes como objeto de ayuda humanitaria, nos estamos encerrando en el mismo cajón. Al final siempre es el otro, la relación es absolutamente vertical. Robas a la comunidad migrante su agencia política", explicaba Fanjul.

Estas creencias ampliamente asimiladas y compartidas, junto a la idea de la migración como amenaza, impiden que se sitúe el foco sobre lo que verdaderamente necesita la sociedad. La encuesta El Futuro Es ahora, citada por Unzurrunzaga, revela que las preocupaciones de las nuevas generaciones, independientemente de su origen, se centran en las cuestiones más materiales, como el hogar y el trabajo. 7 de cada 10 jóvenes españoles prohibiría los discursos de odio. "Existe un rechazo absoluto. Ahí quiero pensar que hay un pequeño halo de esperanza", declaraba.

Como concluye en parte el informe, es necesario dar una respuesta colectiva y cooperativa, que establezca prioridades en base a lo que la sociedad necesita: empleo, sanidad pública, cohesión social...En detrimento de lo que no: seguir alimentando el odio. Una conversación que debe tener lugar en todos los espacios de la sociedad, sin perder de vista la relevancia política y normativa de abordarla también en el Parlamento.