El mejor concierto del Inverfest

Concierto del grupo ucraniano DakhaBrakha en la Jaguar durante le Inverfest 2023. Foto: Martina Hlisc (@lamartinahlisc)
Concierto del grupo ucraniano DakhaBrakha en la Jaguar durante le Inverfest 2023. Foto: Martina Hlisc (@lamartinahlisc)

El pasado domingo tuvo lugar el que sin duda será para mí el mejor concierto del Inverfest. "¡Pero si todavía quedan la mitad de los conciertos!", pensarán ustedes. Sí, es cierto que quedan cosas que pintan estupendas. Y ha habido conciertos espectaculares. La 9ª edición de este contenedor cultural excepcional está siendo maravillosa. Este festival urbano nos acerca propuestas, de sala en sala, durante un mes que, por cierto, está, resultando ser el mas frío del curso. En plena explosión de los macrofestivales, el Inverfest nos devuelve a los espacios pequeños, donde al grupo lo ves en el escenario y no sobre una pantalla, y las emociones rebotan sobre las paredes de los locales para serte devueltas amplificadas por mil. Pocas sensaciones hay que produzcan tanta endorfina, dopamina y serotonina como un concierto petado en una sala pequeña. El efecto positivo que la música, y su consumo en espacios colectivos, produce en las personas, es incuestionable y viene avalado por infinidad de estudios, como los dirigidos por David Huron para el MIT que les recomiendo que consulten. En estos tiempos post-pandémicos en los que estamos invadidas de tristeza y desánimo, la música en salas se convierte casi en una terapia obligatoria. 

Además de terapéutica e inspiradora, la música es un elemento indiscutible de unión de las culturas y los pueblos. Un ejemplo mainstream es Shakira, colombiana, con una canción producida por Bizarrap, argentino, número uno del mundo entero. La música es mestiza por defecto, es migrante, es colorida y no conoce límites sociales o culturales. En realidad la música es una de las cosas que mejor representan al ser humano en toda la complejidad de sus orígenes y la simpleza de formar parte de una especie única.

El pasado domingo tuve el honor y la suerte de formar parte del público que estaba en la Jaguar (Lula Club) en el concierto del grupo ucraniano DakhaBrakha. No sabía que existían hasta que no vi su nombre en la lista de conciertos de la productora Intromusica. Leí la historia del grupo, electro-folk-punk, y tenía buena pinta y la verdad es que Intromúsica es siempre muy fiable con las cosas que programa. Además, el concierto aparecía como solidario para recoger fondos para Ucrania. Así que allá nos fuimos. 

Lo que vivimos en la sala fue un viaje de luz y audio. La calidad de los visuales, la perfección del sonido nos atraparon. El grupo excepcional, con voces y capacidades musicales brutales nos hizo reír, saltar y llorar. Ningún reportaje, documental, cobertura me ha llegado tan dentro como lo hizo la propuesta de este cuarteto de artistas. Me transportaron a espacios muy diversos de una riqueza emocional infinita. Implacables en sus reivindicaciones, "Putin asesino", "Rusia es un Estado terrorista", hubo varios momentos intensamente inquietantes. Generosos con el amor y el baile, nos llevaron de paseo por un bosque y de rave. Todo eso en lo que posiblemente sea la producción sonora y audiovisual más ambiciosa de la Jaguar para este ciclo. Fue tan emocionante que no sabría decir en qué idioma cantaron. Era una mezcla de inglés con lo que imagino que sería ucraniano, al igual que su música que mezclaba sonidos folclóricos con ritmos de blues y jazz y percusiones de electrónica. Una explosión controlada de mixtura cultural. 

Concierto del grupo ucraniano DakhaBrakha en la Jaguar durante le Inverfest 2023. Foto: Martina Hlisc (@lamartinahlisc)
Concierto del grupo ucraniano DakhaBrakha en la Jaguar durante le Inverfest 2023. Foto: Martina Hlisc (@lamartinahlisc)

Si no los viste, posiblemente no puedas verlos en el medio plazo. Su agenda hasta mediados de año está toda al otro lado del charco. Esta era su primera vez en España. Nos dieron las gracias por el apoyo y nos pidieron más. Mientras fluía arrastrada por el concierto no podía dejar de pensar en mis amigos sirios, en los chicos que murieron en Melilla, en el horror de políticas migratorias y en qué podemos hacer nosotras para cambiar todo. Una de las cosas es escuchar música en directo y recargar nuestra energía para volver a tener ganas de luchar por los derechos de todas. El resto creo que viene solo y depende de cada una. Escribir, leer, difundir, respetar, querer, co-crear, son algunas ideas... Y sí, aunque parezca simplista, todo eso cambia el mundo. Necesitamos más música y menos tertulias, más calle y menos pantalla.