Thiambou Samb: “Faltan referentes africanos en el cine español”

Thiambou Samb
Thiambou Samb durante la representación de la obra El sueño es vida

Livia Drusila Castro (@LiviaDrusilaCJ)

  • El actor senegalés estrena la obra de teatro El sueño es vida con la compañía "Teatro sin papeles" para narrar la perspectiva migratoria en primera persona
  • Detrás de su pasión por la cultura cinematográfica y la interpretación, se esconde la historia de un chaval que, con 17 años, decidió dejarlo todo atrás y poner rumbo a España

De niño en su Senegal natal, Thiambou y su madre recorrían las casas de la aldea en la que vivían buscando lugares para poder ensayar obras de teatro. A pesar de su trabajo como pescador, el teatro fue siempre su verdadera pasión. Nació en una familia de mujeres artistas, de madre actriz y abuela cantante, y él heredó ese entusiasmo que ellas le supieron transmitir.

Desde entonces han pasado 16 años y la vida de Thiambou Samb ha dado muchas vueltas. Su primer trabajo remunerado como actor en España fue en el cortometraje Un lugar mejor, que a día de hoy acumula más de 150 premios internacionales y muestra la compleja situación de cuatro jóvenes africanos que charlan después de jugar un partido de fútbol. Ahora trabaja con actores como Paco León y en la actualidad rueda un nuevo proyecto para Netflix.

Sin embargo, su mayor anhelo es poder volver algún día a casa y construir allí un centro sociocultural. Le gustaría que los chavales y chavalas que viven allí ahora tengan la posibilidad de desarrollar su talento en un lugar apto para poder ensayar.

Un viaje difícil

Su objetivo es "denunciar a través del arte", por eso él se denomina artivista. Sin embargo, cuando se embarcó en aquella patera en 2006, su única meta era llegar con vida para "poder contarlo tal y como estoy haciendo ahora", afirma orgulloso.

Fueron cuatro exasperantes intentos en los que él y sus compañeros estuvieron muy cerca de perderlo todo. En el primero de ellos viajaron durante cuatro días hasta que, entre el vaivén de las olas, comenzaron a notar que el barco se estaba hundiendo y tuvieron que volver apresuradamente a las costas senegalesas. En el segundo y el tercer intento sucedió algo parecido. El último de sus viajes se zanjó en las costas de Tenerife tras nueve días de incertidumbre. Lo primero que sintió al notar bajo sus pies la arena de la playa fue "satisfacción y alegría por haber logrado algo que mucha gente no consigue".

España le dio la bienvenida en comisaría. Allí fue donde nació su apodo "Thimbo", en un pequeño y húmedo cuartelillo en el que un policía escribió mal su nombre en el registro, sin ningún ánimo de corregirlo. Estuvo unos días en la cárcel y posteriormente lo llevaron al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Tenerife, donde pasó algo más de dos semanas.

"Me hicieron una pregunta muy simple, pero que nunca antes nadie me había hecho: ‘¿Qué quieres ser?’" Esa fue la primera vez que tomó consciencia de que quería actor

Después de vivir en la calle durante tres meses y pasar algunos días en el calabozo, Thimbo conoció un grupo de teatro que le instó a retomar la interpretación. "Me hicieron una pregunta muy simple, pero que nunca antes nadie me había hecho: ‘¿Qué quieres ser?’" Esa fue la primera vez que Thiambou tomó consciencia de que lo que más le gustaba era ser actor.

Referentes africanos en el cine

Thiambou se siente muy orgulloso por todos sus logros, pero también lamenta que en España se le suela atribuir el típico papel de "negro sin papeles", "mantero" o el que muere antes. Cree que en países como Francia y Estados Unidos es más fácil encontrar figuras que inspiren a quienes están luchando por hacerse un hueco en la escena. "Ahora estoy inmerso en un rodaje con Netflix, y el personaje que voy a interpretar, aunque todavía no puedo desvelar ningún dato, es diferente de los que suelo hacer. Creo que porque la productora es extranjera", afirma.

En España es distinto. "Faltan referentes africanos en el cine español", manifiesta el actor. Cree que se debe a que hay muy pocas oportunidades y a la falta de diversificación en los perfiles de los papeles por parte de los productores. Thiambou asegura que el verdadero cambio que necesita la cultura cinematográfica y televisiva en España llegará cuando se pueda ver en la tele o en el cine a "negros siendo médicos, policías, abogados, etc.".

"Si nos diesen la oportunidad de producir nuestras películas sabrían que tenemos la capacidad necesaria y las suficientes ganas como para hacer historia en este país", añade.

Thiambou ama su país de origen y le frustra que la única imagen que se venda en los medios de comunicación sea la de la miseria, la hambruna y la pobreza. Por eso hace un tiempo decidió producir y grabar él mismo un documental sobre su pueblo, en el que pudiese mostrar su cultura y su idiosincrasia, la otra cara de la moneda.

Thiambou Samb
Thiambou Samb y Moisés Mato, de Teatro sin papeles

Cine y teatro para narrar sus orígenes

El pasado mes de octubre en la sala Metáfora tuvo lugar el estreno de El sueño es vida, una obra protagonizada por Thiambou y perteneciente de la compañía Teatro sin papeles, una iniciativa que nace en 2017 con un objetivo muy claro: "Que ellos y ellas fueran cada vez más protagonistas de los procesos creativos, que cada vez fuera más su voz la que hablase, sin filtros ni procesos en los que interviniesen los blancos", afirma Moisés Mato, su fundador.

La compañía está formada casi en su totalidad por personas de origen africano y mujeres latinas, pero están abiertos a nuevas experiencias migratorias. Sus historias persiguen alcanzar una dimensión política suficiente capaz de plasmar nuevas formas de trabajar y plantear la migración. ¿Cómo? A través del diálogo con el público.

La compañía Teatro sin papeles busca contar la migración sin paternalismo ni victimismo, a través de un diálogo con el público

Una de sus máximas es "ni paternalismo ni victimismo": son conscientes de que sus vidas están llenas de precariedad, "pero hemos decidido poner todo en común y buscar soluciones semana tras semana", explica Moisés. De forma que el proceso que siguen para crear y construir una obra de teatro sirva de modelo para superar muchas de las cuestiones a las que se tienen que enfrentar en la vida diaria.

El teatro se convierte en un laboratorio en el que trabajar sobre la vida, ya que permite crear una poética y un discurso que generan una cosmovisión común. Espacios de cohesión y desarrollo intercultural en los que progresar a través de la interpretación. Una bonita iniciativa que brinda la posibilidad de narrar sus propias historias a personas a las que a veces se les niega esa posibilidad, construyendo también una pequeña comunidad de apoyo mutuo y de exigencia a nivel profesional.

La obra El sueño es vida en la que Thiambou participa es un monólogo que a través de su discurso pretende colocar al público europeo en la tesitura de entender las peripecias vitales de cualquier migrante. Llena de intertextualidades y referencias a grandes poetas españoles como Cervantes, busca la empatía y la compresión de quienes están sentados al otro lado del escenario. "Don Quijote también podría haber sido negro", enuncia Thiambou.

Ante el odio y la discriminación, ellos y ellas se suben al escenario para tumbar los estereotipos.

«Nací en un lugar de África de cuyo nombre no quiero acordarme...»