Con negritas

El extraño silencio de los hermanos Botín

Ha transcurrido ya una semana desde que Crédit Agricole se convirtió en primer accionista de Bankinter in pectore, a falta sólo del preceptivo visto bueno del Banco de España a la operación. Esa posición la ha adquirido mediante la compra del 14,99% del capital en poder de RAM BHAVNANI, que se suma a otro 4,54% rebañado últimamente por los franceses en bolsa.

Crédit Agricole ha relegado así, de momento, al segundo puesto a JAIME BOTÍN, que controla Bankinter desde 1986, cuando su padre se lo encomendó como premio de consolación, mientras el primogénito, EMILIO, recibía el encargo de sacarle brillo al Banco de Santander, joya indiscutible de la corona.

A pesar de la aparente humillación infligida a la familia con el asalto en toda regla a Bankinter, los Botín no han dicho esta boca es mía, ni han movido pieza; al menos, que se sepa. Lo que choca con la insuperable aversión de los dos hermanos a que, en materia bancaria, alguien les moje la oreja.

Por mucho menos, Jaime Botín se la juró a Bhavnani, un inversor indio afincado en Tenerife, adonde recaló en 1965 con una mano detrás y otra delante, que hace cuatro años tuvo la osadía de meter la cabeza en Bankinter sin pedirle a nadie la venia.

Para demostrar quién era el gallo de aquel corral, aunque oficialmente se hallaba apartado del mundanal ruido, embebido en los libros de filosofía, física cuántica y matemáticas que tanto le fascinan, el pequeño de los Botín mantuvo a Bhavnani durante veinte meses a pan y agua, sin concederle el puesto en el consejo de administración que por derecho propio le correspondía.

A cada movimiento del indio, que fue engordando poco a poco su participación en Bankinter, Jaime Botín respondía con otro destinado a reforzar la prominencia de la que tradicionalmente ha gozado en el  banco. Se gastó mucho dinero, pero siempre logró salirse con  la suya. Hasta que, el 19 de noviembre, Crédit Agricole entró en escena.

El muñidor del golpe de mano de los franceses, su delegado en España, JUAN FÁBREGAS, informó el día antes al Gobierno y al Banco de España. De comunicarle la nueva al presidente de Bankinter, PEDRO GUERRERO, se encargó por lo visto Bhavnani. ¿Y a los Botín? ¿Nadie les advirtió de lo que pasaba?

Es posible. Pero resulta sorprendente que madruguen de esta manera a gente tan avezada.

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