Con negritas

La venta de Seur: otra vez será

Sobre el tablero de Seur, empresa líder del transporte urgente en España, se ha jugado una partida de la que no hay todavía un claro vencedor, aunque sí muchos perdedores. Nada menos que 52 franquicias, de un total de 85, se han quedado con las ganas de vender, a pesar de que candidatos para quedarse sus participaciones no les han faltado.

Quien primero presentó una oferta fue el fondo de inversión británico Dougthy Hanson, propietario de la compañía de autobuses Avanza y que el pasado verano valoró Seur en 1.000 millones de euros. Su representante en España, FRANCISCO GUTIÉRREZ CHURTIAGA, era la segunda vez que lo intentaba, después del fracaso que cosechó hace un lustro cuando estaba al frente de JP Morgan Partners.

Como entonces, en esta ocasión también se cruzó en su camino Geopost, filial de La Poste, el operador postal de Francia, para la que es fundamental tener un socio de peso en España, tras la ruptura en 2003 del acuerdo que tenía con Correos. Seur mueve 150.000 envíos al día, su facturación supera de largo los 600 millones de euros anuales y tiene una notable presencia en el mercado portugués.

Para arruinar las pretensiones de JP Morgan Partners, Geopost adquirió en 2004 el 60% de la franquicia de Madrid, que estaba en almoneda, y la parte correspondiente en Seur SA. Luego, poco a poco, fue aumentando su participación hasta llegar al 20% de la sociedad matriz que en números redondos poseen los franceses actualmente.

Entre las ventajas que Geopost obtuvo cuando evitó que Seur cayera en manos de JP Morgan Parteners figura el derecho de tanteo sobre cualquier propuesta de compra que un tercero hiciera. Y, en ejercicio de ese derecho, Geopost anunció en septiembre su propósito de igualar la oferta de Dougthy Hanson, con lo que ésta quedó temporalmente excluida del proceso.

Sin embargo, tres meses después de aquello, una vez estudiadas a fondo las cuentas de Seur a través de la pertinente due diligence, Geopost decidió retirarse, so pretexto de que el empeoramiento de las perspectivas económicas en España desaconsejaba seguir adelante. Eso fue en diciembre, y a finales de enero Dougthy Hanson también dijo no, dejando a los vendedores, que tan felices se las prometían, con un palmo de narices.

Protagonistas desde dentro

En esta partida ha desempeñado un papel principal el presidente de Seur, que es dueño a la vez de las franquicias de Tenerife y Las Palmas. MANUEL VALLE siempre ha sido partidario de mantener el statu quo, cosa en la que estaba de acuerdo su colega de la poderosa demarcación de Madrid. Entre los partidarios de vender y hacer caja se encontraban los responsables de buena parte de Andalucía, las dos Castillas, Galicia y la comunidad catalana.

Disensiones a tres bandas

Algunos de estos últimos se han quejado en las últimas semanas de que tanto Manuel Valle como Geopost han hecho lo posible para que Dougthy Hanson no entrara en el capital de Seur, ya que eso mermaría su actual influencia en el grupo. Sin embargo, entre el presidente y los franceses también ha habido sus más y sus menos, dado el interés de éstos por introducir cambios de calado en la gestión, que hubieran sido inevitables si llegan a obtener la mayoría.

Ha cambiado mucho

Los partidarios de vender han amenazado con llevar el asunto a los tribunales, pero saben que el tiempo juega en su contra debido a la mala coyuntura general. Cuando la economía iba como un tiro, el precio de Seur subió igual que la espuma, hasta tal punto que la oferta de 2004 valoraba la compañía en unos 700 millones, frente a los 1.000 que Geopost y Dougthy Hanson parecían dispuestos a pagar el año pasado. Pero ahora las cosas van a peor.

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