Con negritas

Sanahuja se quita un peso (penal) de encima

Uno de los episodios más turbios del asalto a Metrovacesa protagonizado hace un lustro por ROMÁN SANAHUJA acaba de recibir el carpetazo definitivo de la Justicia. La Audiencia de Sevilla ha declarado que no hubo delito en la compra del 30% de HC que en 2005 pertenecía a El Monte, la actual Cajasol. Esa sociedad, propietaria a su vez del 5% de Metrovacesa, pasó a estar en la órbita de Sanahuja, lo que le resultó de gran ayuda para tomar el control de la primera inmobiliaria de España.

Nada habría de particular en la operación de no ser porque las acciones de Metrovacesa fueron valoradas a 41,3 euros, muy por debajo de los 51,7 a los que cotizaban. Dos años después, a raíz de una inspección del Banco de España y ya con otros gestores al frente, la propia caja llevó el caso ante los tribunales. Según sus cálculos, el quebranto patrimonial infligido a El Monte ascendería a 17,9 millones de euros.

La sentencia recién conocida, que es firme, exime de responsabilidad penal a quienes intervinieron en la venta de HC, atendiendo al hecho de que en su día recibió el visto bueno del consejo. En el procedimiento estaban incursos, entre otros, Sanahuja, su socio DOMINGO DÍAZ DE MERA y el anterior presidente de El Monte, JOSÉ MARÍA BUENO LIDÓN. De lo que este aún no se ha librado es de la demanda civil interpuesta también contra él y que sigue pendiente de fallo.

El pronunciamiento de la Audiencia de Sevilla, por tardío, llega en circunstancias bien distintas a las que alumbraron los hechos que ahora han sido juzgados. En 2005, con la burbuja inmobiliaria en todo su esplendor, Metrovacesa era un bocado muy apetecible y los Sanahuja  hicieron lo imposible por comérselo. Su pulso con el presidente, JOAQUÍN RIVERO, fue de tal calibre que derivó en una división de la empresa en vísperas de la crisis del ladrillo.

Rivero se refugió en la filial francesa Gecina, que le  permitió capear un temporal que ha sido menos virulento en el mercado galo. Mientras, Sanahuja, acuciado por las deudas, tuvo que entregar Metrovacesa a los bancos en 2008 y, en julio de este año, Sacresa, cabecera de su imperio, se declaró en suspensión de pagos.

Otro imperio hundido

La suspensión de pagos de Sacresa, con un pasivo de 2.625 millones de euros, fue la tercera más cuantiosa de la historia de España, sólo superada por la de Martinsa-Fadesa y la de Habitat. Royal Bank of Scotland es el principal acreedor, seguido por el BBVA y el Popular. El informe de la administración concursal se espera para antes de final de año y los propietarios de la sociedad confían en tener aprobado su plan de viabilidad a lo largo del próximo verano.

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