Con negritas

Una unificación sin contraindicaciones

Aunque la banca se haya quejado con la boca pequeña, la unificación de los fondos de garantía de depósitos, recientemente decidida por el Gobierno, no tiene grandes contraindicaciones, ni siquiera para ella. Y, a cambio, evita que los nuevos costes de la reestructuración de las cajas de ahorros españolas sean por cuenta del Estado y, en consecuencia, tengamos que pagarlos otra vez entre todos los contribuyentes.

Hasta ahora existían tres fondos de garantía de depósitos: el de la banca, el de las propias cajas de ahorros y el de las cooperativas de crédito, dotados con un total de 6.593 millones de euros. Su razón de ser fundacional es que los clientes, en caso de quiebra de alguna de las entidades, puedan recuperar al menos una parte de su dinero y no queden desprotegidos, como ocurrió en la tristemente célebre crisis de los setenta.

Sin embargo, esos fondos se han utilizado a veces con carácter preventivo para el saneamiento de entidades que corrían el riesgo de sufrir un colapso. Así ocurrió con Banesto, que requirió fuertes ayudas tras la controvertida gestión de MARIO CONDE y antes de que EMILIO BOTÍN se lo quedara a modo de segunda marca del Santander.

La unificación ahora de los tres fondos supone que, en lugar de funcionar cada uno por su lado, en el futuro servirán juntos al mismo fin, que no es otro que atajar eventuales situaciones de emergencia. Y, en este momento, el foco sin duda está puesto en la CAM, que necesita 2.800 millones de euros, una cifra que desborda las actuales posibilidades del FROB.

Para los clientes, la medida adoptada por el Gobierno es neutral: lo importante para ellos es que sus ahorros estén garantizados, aunque sea sólo parcialmente, y no tanto quién los garantiza. Además, en caso necesario, siempre se pueden exigir aportaciones adicionales a las entidades, pues las actuales se encuentran muy por debajo del máximo establecido (0,8% frente al 2% de los depósitos cubiertos).

Para las cajas de ahorros tampoco entraña ninguna ventaja, toda vez que deberán seguir nutriendo el nuevo fondo unificado, en las condiciones de ahora. Y para la banca en su conjunto, al menos por lo que respecta a la CAM, va a ser un dinero de ida y vuelta, habida cuenta de que los candidatos a adjudicársela limpia de polvo y paja en la subasta abierta por el Banco de España son el Santander, el BBVA y el Sabadell.

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