Salud en positivo

Covid-19... de nuevo la estigmatización

Ilustración: Verónica Montón Alegre
Ilustración: Verónica Montón Alegre

Me impactó mucho, hace unos días, una noticia, acompañada de imágenes, absolutamente vergonzosa y vergonzante. Unos ancianos de una residencia municipal que eran trasladados desde el pueblo de Alcalá del Valle, por un brote de coronavirus, al pueblo de la Línea, en autobuses, tuvieron que ir escoltados por la Policía ya que, a la entrada del pueblo, un grupo de personas, carentes absolutamente de humanidad y de solidaridad, mostraban enérgicamente su rechazo a este traslado, acompañando el mismo de un apedreamiento que alcanzó también a las fuerzas del orden.

He de reconocer que llevo días entristecido por esos acontecimientos. La mayor parte de mis pacientes en la consulta de oftalmología son personas muy mayores, y se les ve tan desvalidos y vulnerables que me entristece, más aún, que el hecho del rechazo violento por un grupo de ciudadanos, indignos de ser reconocidos como tales, es saber qué les pasaría por la mente y por su corazón al ver y sufrir en primera persona tan desalmada actitud.

Esos ancianos seguro que han pasado toda la vida trabajando como burros para sacar sus familias adelante. La mayoría hijos de una dura postguerra, que al final de sus vidas se sienten desvalidos ante el intento de vapuleo por los hijos de una sociedad a la que, a buen seguro, han contribuido a crear durante décadas. ¡Miserables!

Estas situaciones, desgraciadamente, son tan antiguas como la humanidad. Y en ellas se manifiesta tanto lo mejor como lo peor de la raza humana.

La mejor, la solidaridad y la ayuda de todo tipo a las personas que, desgraciadamente, sufren una enfermedad y, sobre todo, a los ancianos que nos han dado todo lo mejor de sus vidas. Como poco merecen RESPETO.

Lo peor, el rechazo a lo desconocido, al diferente, al enfermo potencialmente contagioso, etc., que se traduce en alejamiento, confinamiento, actitudes xenófobas y un largo etc. de acciones absolutamente lamentables y censurables. No nos resultan desconocidos conceptos como la lepra, la peste, la gripe española, el SIDA, la gripe aviar, y ahora el Covid-19, entre otros muchos. Son ejemplos de enfermedades que, algunas desde hace, milenios han creado rechazo, exclusión e incluso reclusión. Y a ello añadiría uno de los mayores focos de estigmatización de exclusión y rechazo social: la salud mental.

En el caso más reciente, la actual Pandemia por el Covid-19, que tire la primera piedra el que no veía hace escasos meses, al menos con desconfianza, a un ciudadano chino si iba con una mascarilla. Lo he visto con mis propios ojos en más de un supermercado cómo se hacía un pequeño pero patente vacío alrededor del mismo. Hasta que no se ha extendido el uso de la mascarilla, se veía como sospechoso y potencialmente contaminante por usar dicho elemento de protección.

Está claro que ni los avances científicos, ni la mayor educación y cultura de las sociedades modernas actuales, pueden contra ese sentimiento atávico de supervivencia de la especie más plagado de ignorancia que de raciocinio.

Hace un par de días,  sin ir más lejos, era noticia una joven, curada totalmente, y dada de alta por el coronavirus, a la que su casero le dijo que cogiera el montante y abandonara la casa donde vivía de alquiler.

Es por todas estas cosas que me preocupa enormemente, por el peligro de nueva estigmatización, la última tendencia que está creando opinión acerca de disponer de las llamadas "arcas de Noé", como unos nuevos "lazaretos" en los que confinar a los pacientes afectados de Covid-19, en los que, salvo que esté garantizado el anonimato, es un nuevo caldo de cultivo para la última manifestación de estigmatización que estamos viviendo con esta Pandemia. Debemos confiar en que las autoridades responsables de estas acciones sabrán proporcionar la protección de la intimidad necesaria para evitar ese potencial peligro

Basta ya de estigma social. Nuestra sociedad debe poner fin a ello con mucha pedagogía y haciendo buen uso de la información, del exceso de información que nuestra sociedad sufre, en lugar de disfrutar. Una información que contribuya a crear actitudes prudentes y no a crear miedos irracionables que lo único que producen es, en un marco de ignorancia, dolor y exclusión que, como casi siempre, se ceba en los más desfavorecidos y los más vulnerables.

FIRMANTES DEL BLOG

  • Ricardo Campos. Médico Oftalmólogo. Ha sido Secretario General del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y subsecretario autonómico de sanidad.
  • Carmen Montón es embajadora observadora permanente ante la Organización de los Estados Americanos y ha sido Ministra de Sanidad, consumo y bienestar social y Consellera de Sanidad.
  • Rafael Sotoca. Médico de familia y activista sanitario. Fue director general de asistencia sanitaria de la Comunidad Valenciana.
  • Begoña Frades García. Psiquiatra y jefa del área de salud mental del Hospital Pare Jofre. Ha sido coordinadora autonómica de salud mental.
  • José Antonio López Cócera es enfermero especialista en salud mental y miembro de la comisión nacional de la especialidad.
  • Isabel González. Médico radiólogo. Fue jefa de servicio y profesora asociada de radiología en la Universidad Miguel Hernández de Elche así como Directora Gral. de la Alta Inspección y gerente de los departamentos de salud de San Juan de Alicante y La Ribera (Alzira)
  • Enrique Ortega. Médico especialista en enfermedades infecciosas y jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas, Emergentes e Importadas. Ha sido profesor asociado de de medicina de la Universidad de Valencia y Director Gerente del Departamento de Salud Hospital General de Valencia
  • Ana BonedOmbuena. Médico de familia y técnico superior de salud pública de la Consellería de Sanitat Valenciana. Máster en salud pública por la U. de Harvard.
  • Antonia García Valls. Asesora coordinadora en la Vicepresidencia Cuarta, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ha sido diputada en el congreso de los diputados.
  • Pere Herrera de Pablo. Medico de familia y médico SAMU. Ha ejercido como director del Servicio Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana.
  • Roser Falip Barangué. Doctora en Medicina y especialista en medicina de familia y en análisis clínicos. Ha sido gerente del departamento de salud de Alcoy.
  • Aurelio Duque Valencia. Médico de Familia y Comunitaria y representante sindical. Ha sido presidente de la Sociedad Científica de Medicina Familiar en la Comunitat Valenciana.
  • Verónica Montón Alegre. Artista interdisciplinar. Ilustradora del Blog Coronavirus en positivo.
  • Juan Domene. Médico Inspector en el servicio de calidad asistencial y seguridad del paciente. Ha sido gerente del departamento de salud Arnau de VilanovaLliria.

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