Salud en positivo

La pandemia desnuda la Argentina

Guillermo Benchetrit

Médico Infectólogo

Elena Obieta

Médica Infectologa

La pandemia desnuda la Argentina
'La pandemia desnuda la Argentina'. Una ilustración de Verónica Montón

Argentina es un país con una superficie de 2.780.400 km2, con una población aproximada de 45.380.000 habitantes, con una baja densidad poblacional, (16 hab/km2) reunida principalmente alrededor de los grandes centros urbanos como Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza. Mas allá de la sanidad, la pandemia hace aflorar lo bueno y lo malo de nuestra sociedad.

La economía con el rostro de la pobreza

La economía argentina, si bien es un país considerado como poseedor de grandes riquezas naturales y fuera llamado "el granero del mundo", no crece desde hace décadas. Como mínima revisión histórica, luego de dos años del retorno a la democracia, en octubre de 1985 con la presidencia del Dr. Raúl Alfonsín, la pobreza había bajado de 22% a 14%. Luego en sólo cuatro años, octubre 1989, con la presidencia del Dr. Carlos Menem el 38% de las viviendas estaba por debajo de la línea de pobreza.

Para venir un poco más aquí en el tiempo, en el primer semestre de 2020 con la presidencia del Dr. Alberto Fernández, la pobreza aumentó hasta el 40,9% y la indigencia subió al 10,5%. Estos datos, signados por la pandemia del coronavirus y el aislamiento social y obligatorio que decretó el Gobierno el 20 de marzo de 2020, son los peores desde 2006. No es un dato menor que la pobreza infantil llega al 63%.

Latinoamérica es la región con mayor vulnerabilidad socioeconómica y fragilidad fiscal, con los peores guarismos en pobreza, desempleo e indigencia que aumentaron significativamente, según datos del Banco Mundial, siendo Argentina el segundo peor registro, solo superado por Perú, si bien no es posible ponderar la situación de Venezuela, dada la falta de estadísticas confiables. Desafortunadamente se estima que sólo para fines de 2023 Argentina llegaría al PBI que tuvo en 2019 en la prepandemia.

Una salud fragmentada

En cuanto al sistema de salud argentino cabe mencionar que es absolutamente fragmentado, con un amplio porcentaje que depende exclusivamente de la salud pública provista por el estado nacional, provincial o municipal, las denominadas obras sociales (sindicales) que en el contexto pandémico dejaron en gran medida a sus afiliados librados a su suerte (haciéndose responsable el sistema público de su atención), la seguridad social (adultos mayores, discapacitados) y la medicina privada (que muchas veces vio excedida su capacidad de respuesta, recayendo en el sistema público la atención de los pacientes). A ello hay que agregar la inflación, el aumento en el costo de insumos y medicamentos, con una economía dolarizada y deteriorada que todo lo empeora.

Cuando es necesaria la coherencia

Abundaron trágicas historias de padres llevando a niños con cáncer a pie de una provincia a otra, una joven a punto de morir que no pudo despedirse de su padre, quien viviendo en una provincia de la Patagonia fue detenido cuando intentaba llegar a ver a su hija en Córdoba durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio (considerado uno de los más prolongados del mundo según el Observatorio de la Universidad de Oxford).

En junio de 2020 el Ministerio de Educación detectó que durante la pandemia dejaron de asistir a clases 10.500.000 niños y adolescentes, con aproximadamente 1.100.000 desvinculados de la educación formal, con porcentajes variables según el contexto social, geográfico, tecnológico entre otros de 25 a 45% de abandonos post pandemia.

En este contexto huelgan comentarios e imágenes de fiestas en la residencia presidencial, vacunatorios VIP o el velatorio de un ídolo futbolístico.
A día de ayer, 25 de diciembre 2021 se han confirmado 5 445 236 casos de covid, con un total de fallecidos de 117 008. La tasa de testeos ha sido variable en tiempo y geografías, con 27.397741 totales a fecha del 24 de diciembre, y probablemente dada la baja tasa de los mismos Argentina cuente con una de las tasas de mortalidad más altas del mundo.

La salud al ritmo de la política

Luego de ser la Argentina uno de los principales reclutadores para los ensayos de la vacuna de Pfizer y de varios fallidos contratos para la provisión de vacunas al país, los esfuerzos y negociaciones se centraron en la adquisición de vacunas provenientes de Rusia y China. En el primer caso, la vacuna Sputnik V, administrada desde fines de diciembre 2020, inicialmente a trabajadores de salud y aun a la espera de su aprobación por la OMS y la EMA, ha demostrado ser segura y eficaz, tanto en ensayos clínicos como en vida real.

La vacuna Sinopharm, utilizada ampliamente en niños desde los 3 años en el país también recibió el aval de la Sociedad Argentina de Pediatría, y afortunadamente el país tiene una vasta cultura pro vacunas, no habiendo tenido tanto impacto los grupos de "terraplanistas sanitarios" como los antivacunas o negacionistas.

No debemos olvidar que la pandemia continua, y sus consecuencias en las enfermedades desatendidas, como los diagnósticos tardíos en infección por VIH o cáncer, entre otros.

La revalorización de la atención primaria de la salud, desprestigiada y dejada de lado por no ser tan rentable como las especialidades que implican procedimientos debe priorizarse, así como optimizar los recursos con miras a lograr la equidad.

La Argentina, al igual que todo el mundo, debería intentar curarse desde el punto de vista moral si quiere curar y acabar con las pandemias.

Firma del Post:

 Dr. Guillermo Benchetrit. Médico Infectólogo. Hasta fecha reciente   jefe de Servicio de Infectología del Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari de UBA (Universidad de Buenos Aires) Ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectologia.

 Dra. Elena Obieta.  Médica Infectologa. Jefa de Servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes, Municipalidad de San Isidro. Directora del curso de especialista en Enfermedades Infecciosas del Colegio Médico de San Martin Prov. de Bs As Argentina

Forman el Foro Ágora Salud:

Carmen Montón es embajadora observadora permanente ante la Organización de los Estados Americanos y ha sido Ministra de Sanidad, consumo y bienestar social y Consellera de Sanidad.

Ricardo Campos. Médico Oftalmólogo. Ha sido Secretario General del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y subsecretario autonómico de sanidad.

Rafael Sotoca. Médico de familia y activista sanitario. Fue director general de asistencia sanitaria de la Comunidad Valenciana.

Begoña Frades García. Psiquiatra y jefa del área de salud mental del Hospital Pare Jofre. Ha sido coordinadora autonómica de salud mental.

José Antonio López Cócera es enfermero especialista en salud mental y miembro de la comisión nacional de la especialidad.

Isabel González. Médica radióloga. Fue jefa de servicio y profesora asociada de radiología en la Universidad Miguel Hernández de Elche así como Directora Gral. de la Alta Inspección y gerente de los departamentos de salud de San Juan de Alicante y La Ribera (Alzira)

Enrique Ortega. Médico especialista en enfermedades infecciosas y jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas, Emergentes e Importadas. Ha sido profesor asociado de de medicina de la Universidad de Valencia y Director Gerente del Departamento de Salud Hospital General de Valencia.

Antonia García Valls. Asesora coordinadora en la Vicepresidencia Cuarta, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ha sido diputada en el congreso de los diputados.

Pere Herrera de Pablo. Medico de familia y médico SAMU. Ha ejercido como director del Servicio Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana.

Roser Falip Barangué. Doctora en Medicina y especialista en medicina de familia y en análisis clínicos. Ha sido gerente del departamento de salud de Alcoy.

           Susana Hernández:  Enfermera y feminista.

Ilustra el blog:

Verónica Montón Alegre. Artista interdisciplinar.

 

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