Salud en positivo

La violencia tiene ideología

Carmen Montón

Embajadora observadora permanente ante la Organización de los Estados Americanos y ha sido Ministra de Sanidad, consumo y bienestar social y Consellera de Sanidad.

La violencia tiene ideología
Ilustración de Verónica Montón Alegre

La agenda de la igualdad está abierta por diferentes páginas en el planeta, algunas más avanzadas, otras aun escritas como una reivindicación lejana, en todos los lugares aun sin concluir; pero la constante de la violencia machista está presente en todas y cada una de las sociedades, sin distinción de si se trata de un país de renta alta o baja, de una democracia consolidada o una dictadura, de la religión que se profese, del norte o del sur, del este o del oeste.

Ahora esa agenda de la igualdad, las conquistas alcanzadas durante décadas, está siendo especialmente golpeada por la pandemia y sus consecuencias. Una pandemia del covid19 que para las mujeres y niñas ha sobrecargado la esfera de los cuidados, aumentando la pobreza, y exacerbando la violencia; agrandando las brechas y la discriminación y estrechando el ejercicio de los derechos de ciudadanía. Desgraciadamente, junto a la pandemia del coronavirus, se ha recrudecido la pandemia de la violencia machista, como la manifestación más brutal y criminal de la desigualdad.

La violencia se materializa en asesinatos o feminicidios, pero también va más allá de la violencia física. La violencia psicológica, económica y patrimonial, o en el lenguaje, la política, la cibernética, la vicaría, la trata, la explotación sexual, la prostitución y la pornografía, el acoso, el abuso sexual y las violaciones, la explotación reproductiva, la obstétrica, los matrimonios forzosos y la mutilación genital, son también formas de ejercer la violencia contra las mujeres y niñas. Todas ellas se asientan en lo material y lo simbólico. Y todas sus manifestaciones merecen nuestro más enérgico rechazo y condena; así como una contundente respuesta en el marco de la convivencia democrática, la protección de los derechos humanos, la no discriminación y la justicia social.

El negacionismo también podría verse como una manifestación de la violencia contra las mujeres. En este contexto de pandemia se están envalentonando los que promulgan discursos negacionistas, al igual que como ha sucedido con el covid19, hay quienes se empeñan en negar la evidencia.  Sabemos que para sustentar la negación de la violencia y combatir los avances en la igualdad han acuñado el término "ideología de género". Negacionistas de todo el planeta están utilizándolo al mismo tiempo de forma global y viral. Su propósito es normalizar y legitimar la violencia, negar que la violencia que se ejerce sobre las mujeres tiene género, discutir que se ejerce como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, cuestionar la credibilidad de las mujeres y frenar un cambio de cultura que rompa los estereotipos y roles de subordinación históricamente impuestos a las mujeres en los que se basa la violencia machista.

La violencia que se ejerce contra las mujeres tiene ideología, es el machismo. Un machismo históricamente infiltrado en discursos políticos y en creencias religiosas; a veces de forma sutil, otras de forma lacerante y burda. El 25 de noviembre, hoy y mañana cabe reclamar una reacción democrática, cívica y ética, para desterrar el machismo y patriarcado de nuestras sociedades, de nuestras vidas. Una reacción contra el negacionismo y contra la violencia de género. Cabe reclamar unidad en la lucha contra la violencia machista sin equidistancias, ni trampas, ni dilaciones, porque mientras, el machismo mata. Y lo hace todos los días, en cualquier lugar del planeta. Asesina a las mujeres, y a sus hijos e hijas mediante la violencia vicaria. Y el único antídoto contra este terrorismo machista es la igualdad en su más amplio sentido.

La violencia, en todas sus manifestaciones, que experimentan las mujeres es sinónimo de vulneración de los derechos humanos y desigualdad, y nos da la medida de la calidad de las democracias. La democracia no puede defraudar a las mujeres. La vida de las mujeres importa. La igualdad y libertad, la seguridad y el respeto a la dignidad e integridad de las mujeres deben estar garantizadas e incluidas en la agenda política, institucional y social de la vida pública a primer nivel.

Digamos no a la ideología machista que alimenta los discursos de odio y discriminación que legitiman la violencia contra las mujeres y niñas y perpetúan la desigualdad y discriminación. No permitamos que estos discursos y actitudes deterioren nuestra democracia y convivencia en paz. Las mujeres tenemos derecho a vivir una vida segura y libre de violencia, como condición primera e imprescindible para disfrutar de nuestra libertad y de una ciudadanía plena.

Forman el Foro Ágora Salud:

Carmen Montón es embajadora observadora permanente ante la Organización de los Estados Americanos y ha sido Ministra de Sanidad, consumo y bienestar social y Consellera de Sanidad.

Ricardo Campos. Médico Oftalmólogo. Ha sido Secretario General del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y subsecretario autonómico de sanidad.

Rafael Sotoca. Médico de familia y activista sanitario. Fue director general de asistencia sanitaria de la Comunidad Valenciana.

Begoña Frades García. Psiquiatra y jefa del área de salud mental del Hospital Pare Jofre. Ha sido coordinadora autonómica de salud mental.

José Antonio López Cócera es enfermero especialista en salud mental y miembro de la comisión nacional de la especialidad.

Isabel González. Médica radióloga. Fue jefa de servicio y profesora asociada de radiología en la Universidad Miguel Hernández de Elche así como Directora Gral. de la Alta Inspección y gerente de los departamentos de salud de San Juan de Alicante y La Ribera (Alzira)

Enrique Ortega. Médico especialista en enfermedades infecciosas y jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas, Emergentes e Importadas. Ha sido profesor asociado de de medicina de la Universidad de Valencia y Director Gerente del Departamento de Salud Hospital General de Valencia.

Antonia García Valls. Asesora coordinadora en la Vicepresidencia Cuarta, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ha sido diputada en el congreso de los diputados.

Pere Herrera de Pablo. Medico de familia y médico SAMU. Ha ejercido como director del Servicio Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana.

Roser Falip Barangué. Doctora en Medicina y especialista en medicina de familia y en análisis clínicos. Ha sido gerente del departamento de salud de Alcoy.

Susana Hernández:  Enfermera y feminista.

Ilustra el blog:

Verónica Montón Alegre. Artista interdisciplinar.

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