Posibilidad de un nido

Gana la derecha

Gana la derecha
Cientos de personas participan en la concentración convocada por el PP, Ciudadanos y Vox en la plaza de Colón de Madrid. EFE/Fernando Villar

Llevamos ya unos cuantos días leyendo a diario en los periódicos españoles acerca de algo llamado "La Kitchen" u "Operación Kitchen" o "Comisión Kitchen". Es prácticamente el mismo tiempo que se viene publicando sobre la idea de la independencia de Catalunya y, concretamente, la posibilidad de indultar a los políticos y políticas independentistas que están en la cárcel.

Pero ¿qué es "La Kitchen"? Tengo la sensación de que solo el sector periodístico (y no todo) y el político sabemos responder a esa pregunta. Sin embargo, la de "¿Qué es la independencia de Catalunya?" sobrepasa con mucho dichas fronteras. La sobrepasa con un trazo gruesísimo salpimentado de imaginarios golpes de Estado, ataques a policías, robo a España, etcétera. Se trata de lo que se conoce y lo que no fuera de las redacciones y los partidos.

Según los medios de comunicación, "La Kitchen" supuestamente va a lastrar la carrera política del presidente del Partido Popular, Pablo Casado, en los próximos días. O sea, cuando se oponga a los indultos a los presos políticos catalanes y se reúna en la madrileña plaza de Colón con VOX, lo que queda de Ciudadanos y una supuesta sociedad civil encabezada por Fernando Savater, otrora musa de la más alta izquierda.

Sin embargo, insisto, ¿qué puede la idea de algo llamado "La Kitchen" contra el indulto a los y las independentistas? ¿Qué puede el retrato de María Dolores de Cospedal y alguien llamado López del Hierro (a quien tampoco se conoce más allá de los medios) contra la de "los del golpe de Estado" saliendo de las cárceles? ¿Qué puede la corrupción frente al independentismo? ¿Qué puede Villarejo contra Puigdemont? Nada. Me refiero a las armas. Las armas que se manejan desde uno y otro lado de la política patria y, sobre todo, su relato. Es más, me temo que ni el hecho de que todo esto salpique (de nuevo) al expresidente Mariano Rajoy va a provocar ni una suave brisa que despeine a Casado, menos teniendo como tiene a su lado al expresidente Felipe González y su vieja guardia socialista.


Probemos con las siguientes frases:

"Los menas roban".

"Los moros nos invaden".

"La mayoría de las denuncias por agresión machista son falsas".

"Eso pertenece a otra etapa, el partido ya es otro".

"El casoplón de El coletas".

"La criada de Irene Montero la pagamos todos".

"Los musulmanes vienen a violar en manada".

"Estamos gobernados por el comunismo y por ETA".

"Las ocupaciones de pisos se llevan a cabo siempre por traficantes y mafias gitanas".

Efectivamente, una tiende a pensar que nadie con dos dedos de frente y un gramo de vergüenza puede repetir tales mentiras, a no ser que se haga un barrido por los principales programas de televisión. Son ideas que cunden a fuerza de repetirlas, pero sobre todo porque son simples. ¿Mentiras?, sí, pero simples. Y repetidas.

Cuando el PP, Vox, Fernando Savater y compañía montan una manifestación que se prevé multitudinaria para decir que el Gobierno va a sacar de la cárcel a "los autores de un golpe de Estado" cuentan con el respaldo y altavoz de las principales cadenas televisivas, además del apoyo tácito de Felipe González y una rama del PSOE. Resulta candoroso pensar que un nuevo caso, si es que fuera nuevo, de corrupción del PP y el nombre de Cospedal o incluso Rajoy pueden siquiera rozar la campaña que ha iniciado la derecha apoyándose en los indultos del Gobierno a los independentistas. Incluso si algún programa de máxima audiencia se propusiera colocar la Kitchen por encima del indulto (cosa impensable), sería en vano. Antes tendría que explicar qué es la Kitchen, e incluso antes que eso, explicar por qué a la población debería preocuparle un caso de corrupción "de una época pasada del partido".

En esta partida, gana la derecha. Y me temo que su torre de mentiras cada vez va a ser más difícil de echar abajo.

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