Crónicas insumisas

Las mentiras del gasto militar

Pere Ortega, coordinador del Centre Delàs d'Estudis per la Pau

La presentación del proyecto de presupuestos del estado genera una gran expectación y un enorme debate público, pues se supone que han de señalar los derroteros de las políticas públicas para el próximo año. Esto es solo relativamente cierto, pues la realidad es que el presupuesto público durante el ejercicio sufre innumerables alteraciones que lo modifican substancialmente, tanto, que al finalizar el año puede haber sufrido un cambio radical. Pero estos cambios, no se deben a urgencias o cuestiones de fuerza mayor, y son debidos a que determinadas partidas han sido consignadas de manera insuficiente a pesar de existir compromisos de gasto, entonces se trata de un engaño, se han disfrazado las cuentas para satisfacer deseos ocultos.

Esto es lo que ocurre con algunas de las partidas de gasto del Ministerio de Defensa, que cada año, se dotan de cantidades insignificantes respecto al gasto real comprometido. El caso más significativo es el relativo al pago de los compromisos adquiridos con los Programas Espaciales de Armamentos (PEAs). Así, en el proyecto de presupuesto de 2014, tan solo se consignan 6,84 millones, cuantía idéntica a la de 2013, cuando en julio pasado se concedió un crédito extraordinario de 877,3 millones para hacer frente al pago de esos programas de armas. Lo mismo ocurrió en 2012, se consignó 4,9 millones, pero luego el Consejo de Ministros del 7/9 aprobó un crédito de 1.782,7 millones. ¿Ocurrirá lo mismo en 2014? Sin duda, Pedro Argüelles, Secretario de Defensa, ha asegurado que necesitará alrededor de 1.000 millones para hacer frente al pago de esas armas.

Algo similar ocurre con las misiones militares en el exterior (Afganistán, Líbano, Océano Índico...) denominadas eufemísticamente de "mantenimiento de la paz", pues en Afganistán se está llevando a cabo una misión de apoyo a una ocupación militar, y en las aguas del Índico de apoyo a la flota pesquera española que esquilma los caladeros de Somalia. Estas misiones, tienen cada año una aportación de 14,3 millones. El año 2012 cerraron el ejercicio con un coste de 769 millones y este año 2013 en el mes de marzo tenían aprobada una aportación de 514,5 millones que al finalizar el año será muy superior. La cual cosa ha venido ocurriendo desde 1990, fecha en que se iniciaron esas operaciones en el exterior.

Entonces, el Ministerio de Defensa, todos los años cierra el presupuesto con un aumento considerable respecto al inicial. Entonces se trata de un artificio para evitar incrementar el gasto militar, algo que no está bien visto por la mayoría de la población, pero también a la oposición política que delibera en el Congreso la aprobación de los presupuestos. Así nos hacen creer que el presupuesto militar desciende respecto del año anterior. En 2014 se propone un descenso de 3,2% respecto 2013, cuándo en lo que llevamos de año ya existe una desviación de 1.838 millones, un 26% más que el inicial; y en 2012, se nos dijo que descendería un 7% y fue mucho más, se liquidó el gasto militar con un aumento de un 37%, 2.762 millones más que el inicial.

Resumiendo, se nos engaña respecto al déficit y la deuda pública, pues esos créditos se financiarán emitiendo más deuda y generando más déficit.

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