Crónicas insumisas

Más puertas giratorias político-militar-industrial (2)

Pere Ortega
Centro Delás de Estudios por la Paz

Continuando con los políticos que han o están participado en la industria de guerra española, además de los ya citados ministro Pedro Morenés y Julián García Vargas, también se debe señalar a Eduardo Serra y José Bono; o Javier Gómez Navarro exministro de Comercio y Turismo. A continuación detallo sus trayectorias, así como de algunos destacados militares.

Sin duda fue Eduardo Serra quien ha tenido una trayectoria de mayor ascenso dentro del Ministerio de Defensa, fue nombrado Subsecretario con la UCD en 1982. Posteriormente con la llegada del PSOE al gobierno, el nuevo ministro Narcís Serra, lo mantuvo en su puesto y más adelante lo elevó a Secretario de Defensa. Finalmente el gobierno de José María Aznar lo nombró Ministro de Defensa y presidió el Instituto militar Elcano. Durante su etapa como ministro tuvieron lugar la puesta en marcha de los millonarios Programas Especiales de Armamentos que tantos quebraderos de cabeza dan para asumir el pago de sus costes y que hoy tienen sumido al Ministerio de Defensa en una deuda de 30.000 millones. Tras dejar Defensa, se incorporó al consejo de administración de una docena de empresas. En la actualidad es presidente de Everis, una consultora que asesora en la adquisición de empresas a multinacionales (entre otros en el Consejo figuran, Álvaro Uribe y Ernesto Zedillo, expresidentes de Colombia y México), que tiene como empresa asociada a Everis Aeroespacial y Defensa, dedicada como su nombre indica a la fabricación de artilugios militares. Por último Eduardo Serra es presidente de la Asociación Atlántica Española, una entidad surgida para dar cobertura a la OTAN.

Tampoco resulta casual que Airbus Helicopters, instalara una factoría en Albacete mientras José Bono era ministro de Defensa, cuando diversas comunidades, Cataluña y Andalucía, se disputaban su instalación en su territorio, pues Bono había sido presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Bono también participó activamente como facilitador de las ventas de buques de guerra a la Venezuela de Hugo Chávez, en la que fuera la mayor exportación de armas españolas que alcanzó un importe de 1.700 millones de euros.

Entre los nombres que por designación política han ocupado cargos públicos y que se encuentran involucrados en el ámbito de la producción o exportación de armas, se encuentra: Javier Gómez Navarro, exministro de Comercio y Turismo (1993-96) y exsecretario de Estado de Deportes (1987-93) en gobiernos del PSOE. Gómez Navarro tiene despacho de asesor desde donde actúa como lobbysta en beneficio de las empresas militares asociadas en la patronal TEDAE de concesiones del Gobierno.

El que fuera Secretario General de Alianza Popular en 1986-89, Antonio Fernández Mancha, tras dejar la política montó un despacho de abogados en Madrid dedicándose, como no, al asesoramiento de empresas. Formó parte del Consejo científico del Instituto militar Elcano y en 2003, se implicó en negocios de reconstrucción en Irak después de la guerra, en la que no se debe olvidar España participó durante la etapa de gobierno del PP.

Pero también, como no, hay altos mandos militares que han abandonado el servicio activo en las Fuerzas Armadas para pasar a directivos de industrias de guerra. El caso más significativo por el cargo que ocupaba en la estructura militar fue el del almirante de la Armada Española Francisco Torrente Sánchez, quien fuera asesor de diversos ministros de Defensa durante diferentes gobiernos de PSOE y PP, quien, además, unos meses antes de ser nombrado Presidente de Expal, en junio 2006, ostentaba el cargo de Secretario General de Política de Defensa, un puesto considerado "número dos" de dicho Ministerio. Torrente Sánchez fue elegido en 2009, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Armamentos (AFARMADE), posteriormente disuelta para convertirse en TEDAE. Esta misma empresa Expal, escogió como administrador y consejero, también en 2006, al general Jesús del Olmo Pastor, quien fuera Director adjunto en el CESID, hoy CNI, los servicios de inteligencia españoles. Un Centro comandado por militares y donde un 60% del personal lo es. Jesús del Olmo, era conocido en los mentideros del Ministerio de Defensa como "Jesús del Gran Poder" por su rápido ascenso y poder dentro del Ministerio. Otros fichajes de Expal como ejecutivos han sido José Manuel Romero Moreno, asesor jurídico de la Casa Real y Ángel Mullor Parrondo, exconsejero de Iberia y persona encargada por el Gobierno para la privatización de esta compañía.

Otro caso es el del general Carlos Villar Turrau, que fuera hasta julio de 2008 Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, fue contratado en febrero de 2009 como vicepresidente de Estrategia de Negocios por General Dynamics/Santa Bárbara. Anteriormente, entre 2001 y 2006, fue Director General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, ocupándose como el cargo indica de la compra de armamento del Ministerio. También fue miembro del National Armament Director de la OTAN.

Otro caso similar fue el caso del Jefe de Estado Mayor de la Armada, el almirante Sebastián Zaragoza Soto, quien, tras su cese, tres días más tarde se incorporaba (noviembre de 2008) como asesor comercial para la exportación en la empresa pública Navantia.

Estos fichajes motivaron que dentro de las Fuerzas Armadas hubiera manifestaciones contrarias a la incorporación de militares a puestos de dirección de empresas privadas de armamento, alegando que dañaban la ética profesional de los militares, que deben cumplir principios de ejemplaridad, objetividad, honradez y confidencialidad. Principios que quedan en entredicho al incorporarse en empresas privadas que son contratistas del Ministerio de Defensa. Incluso hubo desabridos comentarios de militares sobre el trato de favor que el Ministerio dispensó en algunos contratos concedidos a la empresa Santa Bárbara desde que Carlos Villar fue contratado por ésta. Todas estas incorporaciones al sector privado son una clara vulneración de intereses de la Ley que regula a los Altos Cargos de la Administración del Estado.

Pero quien se encuentra en la cúspide de la pirámide del complejo militar-industrial es el exmonarca Juan Carlos I, hasta hace poco Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas españolas, quien en sus múltiples viajes al exterior se ha visto acompañado de altos ejecutivos de las empresas militares españolas más importantes, en especial en sus viajes al Oriente Próximo, donde, debido a su especial amistad con las monarquías y emiratos del Golfo ha favorecido las ventas de armas españolas. Una región que ostenta el triste privilegio de ser la mayor receptora de armamento del mundo y a su vez, la que alberga más tensiones y conflictos armados. Transacciones de armas que están salpicadas de escándalos de corrupción por las altas comisiones que se deben abonar a los intermediarios que las favorecen que en el caso de Arabia Saudita es la misma casa real.

Todos los casos señalados ilustran la perversa relación económica, política y militar que une en España al entramado del denominado complejo militar-industrial, y las conexiones a través de "puertas giratorias" entre cargos políticos y mandos militares con las empresas de defensa.

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