Culturas

Contra el cambio

YO TAMPOCO ENTIENDO NADA// CAMILO JOSÉ CELA CONDE

El curriculo de Sarah Palin, la compañera de tiquet del candidato McCain a la presidencia de los Estados Unidos, que acaba de ser aireado por la oficina de prensa de éste, apunta como rasgos más destacables los de que tal señora quedó en segundo lugar en la elección de Miss Alaska de 1984, que caza, que come hamburguesas de alce, que es creacionista, que se opone al aborto y que no tiene miedo de romperse las uñas.

Cosa de mujeres
Me pregunto qué estrategia habrá seguido el aparato republicano a la hora de elegir a la gobernadora de Alaska como medio mejor de contrarrestar el carisma de Barak Obama. Teniendo en cuenta el episodio interminable de lucha rastrera por la nominación que mantuvieron la señora Clinton y el señor Obama, rematado de la peor forma al no unir a ambos en la candidatura final, se puede pensar que la opción de una mujer como vicepresidenta de McCain sirve para mantener abierta esa herida.

La causa feminista

Aunque ¿responde la señora Palin al ideal feminista de su país? Comer hamburguesas —aunque no sean de alce— es, sin duda, actividad muy extendida en ambos sexos. Romperse las uñas, imagino que también. La caza remite a la tan querida tenencia de armas. Pero, ¿ser creacionista y estar contra el aborto?
La idea de que, optando por una mujer, se ve compensada la condición de ciudadano negro del candidato demócrata de cara a plantear un cambio histórico para los Estados Unidos queda negada por completo al detenerse en las particularidades que se destacan de la carrera de Sara Palin.

Más de lo mismo
Con la compañía de una mujer que ha hecho de su credo religioso la bandera política y declara, encima, que los humanos no tenemos culpa alguna en el cambio climático, McCain rompe amarras respecto de la moderación. Entierra el posible centrismo. Enarbola el mismo programa que ha utilizado Bush como promesa de gobierno. Y, en suma, ofrece una alternativa a la idea de cambio drástico que ha llevado casi a Obama a los altares.
Se podrá sostener, como los propios republicanos reconocen, que Bush ha sido el peor presidente de la historia de los Estados Unidos. Pero McCain, con la estrategia elegida, parece sugerir que ese fracaso se debe a que en el fondo mister George es un blando. El ideal consiste por lo vista en negar la selección natural, la lluvia ácida y la libertad femenina. Para mí que, si la fórmula triunfa, quienes están en peligro no son sólo los alces.

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