Posos de anarquía

Nobel de Paz: Ben Mhenni pierde aunque gana

Se acaba de otorgar el Nobel de la Paz, compartido entre la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, la también liberiana Leymah Gbowee y la activista de Yemen en favor de los derechos humanos Tawakkul Karman. Es un reconocimiento importantísimo por lo que supone para la igualdad de la mujer en todo el mundo y, sobre todo, en África, donde la situación aún es más extrema.

Pero no voy a escribir hoy sobre ellas, ya correrán ríos de tinta -muy merecidos, desde luego-, sino que lo haré de la gran perdedora que, en realidad, gana aunque pierda. Me refiere a la bloguera tunecina Lina Ben Mhenni, que apareció en las quinielas a última hora. Ben Mhenni es la autora del blog A Tunisian Girl, clave en la Primavera Árabe y, en concreto, en el derrocamiento de Ben Ali en Túnez. Esta joven profesora de lingüística en la Universidad de Túnez jugó un papel crucial en la organización de las manifestaciones contra Ben Ali, sobre todo en la del 14 de enero que supuso el derrocamiento definitivo del dictador. De hecho, le costó la detención, aunque fuera liberada horas después.

Ben Mhenni no era una novata; llevaba ya desde 2007 ejerciendo su activismo en la red. Se embarcó en una aventura que comenzó con la intención de echar del poder al dictador Ben Ali y que pronto se extendió por el norte de África. Y por el resto del mundo porque, en cierto modo, todos los movimientos de indignados, desde el 15M en España a las acampadas en Tel Aviv a los ahora en ebullición Occupy Wall Street o las revueltas estudiantes en Chile están en cierto modo inspirados en lo que se gestó aquellos días en Túnez.

Que Ben Mhenni hubiera ganado el Nobel de Paz habría sido duro de encajar para Occidente. De hecho, no era recomendable. Me explico: supondría dar crédito a nuestros jóvenes, a esos que están poniendo contra las cuerdas a los Gobiernos de los países desarrollados, pues la tunecina tiene 27 años. Supondría dar forma, un reconocimiento oficial a lo que algunos ya se han atrevido a decir en foros públicos, como es el caso del asesor de Innovación de Hillary Clinton, Alec Ross, cuando aseguró en Londres que "Internet es el Che Guevara del siglo XXI en la Primavera Árabe. Las dictaduras ahora son más vulnerables que nunca".

Y dictaduras hay muchas, no sólo las políticas, también las que imponen los mercados, los banqueros, las grandes corporaciones. Incluso, hay dictaduras disfrazadas de democracia, porque si no llamamos así a los sistemas que toman decisiones sin contar con el pueblo del que emana la soberanía, ¿cómo lo llamamos? Y contra eso, de manera similar a como Ben Mehnni hizo en Túnez, están luchando nuestros jóvenes por todo el mundo. No les quepa duda que ha habido presiones para que no se hiciera un reconocimiento oficial a esta activista. De producirse, hubiera sido un soplo de aire fresco para los indignados de todo el mundo. Lo que ignoran los mandamases es que estos indignados tienen fondo de sobra por sí mismos y se retroalimentan con su energía y con la generan de las continuas chapuzas e imposiciones de nuestros gobernantes. Pero la sólo nominación, ya es todo un triunfo.

Con todo, un acierto las tres ganadoras del Nobel, pues su lucha es la de todos -o debería ser- y no sólo en África. Mi aplauso y enhorabuena.

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