Posos de anarquía

Religión, religión, religión...

La actualidad tiene un sentido del humor macabro, oscuro, retorcido con el que, en ocasiones,  hace coincidir acontecimientos sobre un mismo tema de un modo perturbador. Hoy es una esas veces en las que se ha propuesto encender la luz del salpicadero de nuestras conciencias. Esta mañana conocíamos la muerte de Christopher Hitchens, el escritor británico autor de Dios no existe. El mismo día que David Cameron, por el que seguramente Hitchens no habría sentido gran simpatía, se marcaba su discurso con motivo del 400 aniversario de la Biblia del Rey Jaime.

Esta mañana, también, veíamos imágenes de la última obra del provocador Banksy expuesta en un museo de Liverpool: el busto de un sacerdote con el rostro pixelado. De este manera, el artista protestaba contra los abusos sexuales de la Iglesia Católica... tan sólo unas horas antes de saber que entre 10.000 y 20.000 menores fueron víctimas en Holanda de abusos sexuales por parte de religiosos desde 1945, con unos 800 presuntos autores identificados. Entretanto, eso sí, el Papa, que va a lo suyo, recordaba a los cristianos la necesidad de "conservar" las tradiciones cristianas de la Navidad, como el belén o el árbol, en la sociedad actual en la que, a veces, "predomina el consumismo y la búsqueda de los bienes materiales".

Sí, hoy es uno de esos días contradictorios en los que mientras Cameron afirmaba que "la Biblia no solo ha dado forma a nuestro país, sino a todo el mundo", aún resonaban en la mente aquellas palabras del ácido, del mordaz Hitchens cuando decía que "la Biblia puede contener, y de hecho contiene, justificación para la trata de seres humanos, la limpieza étnica, la esclavitud,  la dote y la masacre indiscriminada".  Y a pesar de que el líder tory se había marcado el objetivo de alabar el papel de la religión, en concreto, de su religión en la política, uno se pregunta qué religión se esconde detrás de la guerra de Libia, qué religión soporta la defensa de la City, esa que ahora está bajo sospecha de fraude fiscal y que cuenta con directivos, como el responsable de Barclays, que gana 169 veces más que el trabajador medio británico...

Y, a pesar de su bandazo de izquierda a derecha y sus amistades peligrosas en los últimos años -rodeándose con halcones del Pentágono como Paul Wolfowitz o el propio Bush-, parece que Hitchens estuvo acertado -o se acercó- al afirmar que "la religión es la principal fuente de odio en el mundo". Lo dijo en 2007, durante un debate televisivo contra el recien convertido al catolicismo Tony Blair -al que vapuleó por KO técnico-. Y si no es así, al menos parece que ha desunido a los pueblos más que los ha unido y, lo que a todas luces es evidente, es que jamás ha conseguido la cohesión que ha pretendido.

Si no, que se lo digan a Cameron, que hoy ha recordado las palabras de Margaret Thatcher cuando dijo que "somos una nación cuyos ideales emanan de la Biblia"... Y ahí le tienen, aislado, según dicen, y a los gritos con Sarkozy... precisamente con el que la guerra de Libia fue el momento de máxima unión y fraternidad.

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