Posos de anarquía

Universos paralelos

¿Quién dijo que no existen los universos paralelos? Ayer, mientras en España volvían a salir a las calles los ciudadanos para pedir la dimisión del Gobierno y en Nueva York el presidente rompía con su aquel "será el presidente de todos los españoles", en la embajada de Londres se exponía el rol de nuestro país en la economía global ante un nutrido grupo de empresarios españoles y británicos. Con la versión inglesa de Federico Trillo ejerciendo como anfitrión, el peso de la exposición corrió a cargo del secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.

García-Legaz no dudó en afirmar que "España está ahora mucho mejor que en julio". A pesar de esta mejoría,  ayer mismo y durante su entrevista con el Wall Street Journal, Rajoy prácticamente admitía que España se verá obligado a pedir el rescate, aunque el propio secretario de Estado admitió que éste "tendrá muchas, muchas implicaciones".

Todo el discurso de García-Legaz estuvo empapado de optimismo, llegando a declarar que "creceremos más de lo que los analistas son capaces de predecir". Eso sí, no será hasta finales del año que viene y los siguientes 2014 y 2015. Desde su punto de vista, crecer es la clave, porque si se se hace, todos los demás problemas -incluidos los de la banca- se resuelven, apuntó. Y es que hay lecturas para todo, o universos paralelos, porque como ejemplo del incremento de nuestra competitividad el responsable del Gobierno expuso el aumento en nuestras exportaciones a África.

Adentrándonos un poco más en el 'universo García-Legaz' descubrimos "lo bueno que es para la economía española la reforma laboral", destacando cómo los empresarios pueden bajar los sueldos a su libre albedrío si perciben que sus negocios son menos competitivos. Y es que, el propio secretario de Estado lo admitió ayer: "hemos aumentado nuestra competitividad, en parte, porque se ha destruido empleo", o lo que es lo mismo, porque muchos menos hacen lo mismo o más (y por menos).

Pasaba el tiempo y ya me encontraba totalmente instalado en este universo paralelo, sin que prácticamente me sorprendieran afirmaciones como que, referido al I+D, se escuchara que "el problema no era que no se invirtiera en investigación con dinero público, más bien al contrario", pues hemos sido el país de la Unión Europea que más dinero público ha destinado a la investigación, afirmó.

Ensimismado en este discurso, hubo sin embargo un momento en el que se produjeron turbulencias. Preguntado por un empresario acerca de las fotos de ayer en el Financial Times de un policía prácticamente arrastrando a una joven por el cuello y la imagen que proyecta ésto de España, García-Legaz aseguró que el pueblo español está indignado porque los mercados no están valorando los esfuerzos que se están haciendo. A esas alturas, prácticamente había regresado a mi propio universo, ese que consideraba el de todos. Se acabó el acto, vino español del que opté por escapar y cuando fui a salir con un pequeño grupo de asistentes, STOP: ante la puerta de la embajada, una treintena de jóvenes españoles gritaba demandando la dimisión de Rajoy y que Trillo diera la cara.

Nos sacaron por la cancillería (la puerta de atrás, vaya), no fuera que los gritos de la treintena de jóvenes españoles -escoltados por una furgoneta llena de policías ingleses- fuera a tender un puente entre el universo paralelo expuesto en la embajada y lo que para ellos es la realidad. "¡Más educación, menos policía!", gritaban. Pasó el tiempo y, aún escoltados por la Policía, se sentaron en círculo en el suelo para celebrar su asamblea con un tema principal: "Qué podemos hacer desde aquí, para contribuir al nuevo proceso constituyente". Y allí se quedaron, con frío (las noches en Londres ya rondan los 10ºC) y sin vino español, al calor de su sentido de Estado y Democracia.

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