Posos de anarquía

Apuntes sobre la victoria de Chávez

Hugo Chávez revalida victoria en las presidenciales de Venezuela. Será su cuarto mandato, dos décadas gobernando. Y esta victoria nos ha de llevar a una serie de reflexiones, más aún considerando que su rival, Henrique Capriles, no ha cuestionado el resultado y ha admitido su derrota (=elecciones limpias). La primera de ella es, ¿por qué si Venezuela está tan mal como nos describen los medios de comunicación, unos 7,5 millones de venezolanos han apoyado a Chávez? Muchos aseguran que es por incultura, pero llamar a 7,5 millones de venezolanos incultos es, quizás, temerario.

Y, precisamente por ese motivo, uno ha ir más allá de algunos análisis torticeros que he podido leer esta mañana -y en días previos- en algunos medios, incluidos los españoles. Y lo dice alguien que escribió hace algo más de un año el polémico post Venezuela sueña que Chávez no despierta. Y hoy, admito mi error porque las elecciones de ayer me han dado una sonora bofetada de realidad. La mayoría de los venezolanos apoya a Chávez, así lo demuestran las urnas, con un añadido: a diferencia de, por ejemplo, el gobierno de Rajoy, nadie podrá reprochar a Chávez que haya llegado al poder con un programa oculto. Dicho de otro modo, desde el punto de vista democrático tiene más legitimidad el gobierno venezolano que el español y, en este sentido, nuestro Ejecutivo y su partido (PP) deberían ser muy cuidadosos a la hora de realizar valoraciones de los resultados de ayer.

En estos apuntes sobre la victoria de Chávez no podemos olvidar al bando contrario, incapaz de derrocar al presidente, incluso, aunándose todos los partidos de la oposición. Eso también requiere un análisis reposado. ¿Por qué la mayor parte de los venezolanos no apoyan a Capriles? Porque Capriles significa capitalismo en vena, supone dar entrada en el país al virus que ha propiciado la mayor crisis mundial de todos los tiempos, mientras que, admitiendo que Chávez tiene graves errores en su gestión y que debería ir corrigiendo en este nuevo periodo, éste no lo permitirá. Habría que buscar, quizás, un término medio, pero obligados a elegir entre dos extremos, los venezolanos prefieren indudablemente la opción socialista.

Chávez lo tiene todo en su mano para poder llevar a cabo un modelo socialista de excelencia, TODO. A diferencia de Cuba, cuyos resultados socialistas no pueden aplicar porque su economía está estrangulada desde hace más de medio siglo por el bloqueo y eso lo condiciona todo, Venezuela tiene las riquezas necesarias para poder construir un país que sirva de modelo al cambio global que piden a gritos todos los países. Ojalá en esta nueva legislatura, Chávez no se equivoque, corrija errores de bulto, no se escude en las mejoras y se centre en las carencias y pase a la historia como el líder que puso al capitalismo en su sitio sin sacrificar por ello al pueblo.

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