Posos de anarquía

Quien siembra odio, cosecha odio

Quien siembra odio, cosecha odio
Los representantes el partido de extrema-derecha en Ceuta - @Vox_Ceuta

Vox puede sentirse muy afortunado como partido político. Considerando la cantidad de odio que va sembrando a su paso, es nimio el que recibe. A pesar de ello, sus integrantes no pierden ocasión para adoptar una patética pose victimista, queriendo interpretar un papel de ofendid@s que, a ojos de cualquiera, no pasa de cómic@s de serie B.

Mientras Ortega Smith juega a pistolero, ciudades como Ceuta se convierten en un auténtico polvorín. Y no sorprende. Si arremetes brutalmente contra la mitad de la población (la población musulmana en Ceuta roza el 50%), ¿alguien cree que no habrá reacciones? El discurso de Vox debería ser constitutivo de delito. No debería ser legal que nadie confunda la libertad de expresión con decir que "la tercera guerra mundial tendrá que empezar algún día. Y será contra el Islam" o "que haya españoles que diga que tenemos que tragar moros por cojones ya es indicativo de lo enferma que está Ceuta y España". Si además, quien lo dice es representante político, habría que juzgarlo con mayor dureza. Tales posturas son inadmisibles e intolerables en una democracia.

Así las cosas, ¿cómo va a sorprender que Ceuta amanezca con pintadas como las que describe hoy Sonia Moreno en El Español? "Perros asquerosos", "falsos corruptos", "busca ruinas", "fachas" o "muerte Vox" son parte de la respuesta que el partido de extrema-derecha está encontrando en esta Ciudad Autónoma. No es una buena noticia, pero es absolutamente comprensible, más aún cuando la Justicia parece aletargada ante estos atentados a la democracia. Mohamed Ali, líder de Caballas (partido mayoritariamente musulmán), ya ha pedido que el Gobierno de la Ciudad se persone como acusación contra estos representantes de Vox.

En este contexto, leer esta mañana a Macarena Olona, la cabeza jurídica de Vox en el Congreso, temer que la llegada de Dolores Delgado a la Fiscalía impulse la ilegalización del partido neofascista es surrealista. Se lo está ganando a pulso, pues no es de recibo que como organización rompan las normas más básicas de convivencia en democracia. Quien siembra odio, cosecha odio y, como arrancaba este artículo, la proporción del que reciben es ridícula respecto al que ell@s escupen. Este hecho, da una idea del avance democrático en la sociedad española, del aguante, de la paciencia y el temple ante la provocación... todas ellas cualidades de las que quiere sacar ventaja Vox, tensando tanto la cuerda que corre el riesgo de romperla, sin propuestas, sin hacer política, únicamente con insultos, con sinrazón.

Por todo ello, porque la sociedad española está muy por encima de lo que representa y es Vox, los temores de Olona se pueden hacer realidad y los únicos artífices serán ell@s mism@s, por mucho pateleo, balbuceos y poses victimistas que adopten. Han llegado para romper la democracia y la democracia, pacíficamente y con la ley en la mano, no lo ha de permitir.

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