Quédense con este nombre: Elena Flórez. Es fundadora del Colegio Madrid y recientemente ha sido reconocida como la mejor profesora de matemáticas de España. Pues bien, ni siquiera ella será capaz de hacer las virguerías aritméticas necesarias para que el Gobierno cumpla su promesa de que al final de este año pagaríamos lo mismo que en 2018... año que fue de los más caros, por cierto, pero que comparado con los más de 300 euros el megavatio hora que pagaremos hoy jueves es calderilla.
Soy un zote en matemáticas. Lo admito; algo que desde mi más tierna infancia ha provocado en mi padre la mofa cariñosa. Con el lenguaje, en cambio, diría que me manejo algo mejor; por eso se me encienden todas las alarmas cuando, a estas alturas del año, escucho a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, decir "el cálculo del compromiso expuesto por parte del Gobierno está garantizado sin ningún lugar a dudas de aquí al 31 de diciembre, es decir, el conjunto de los hogares españoles, el subsector 'hogares españoles' pagará en promedio lo mismo que pagó en 2018".
Parece un trabalenguas, con la salvedad que decirlo con soltura no reconforta, no proporciona esa sensación de satisfacción del reto superado... porque más allá del lingüístico, el desafío real queda incumplido. El compromiso adquirido por el Gobierno era que los españoles pagaríamos una cantidad similar a 2018. No se hagan ilusiones, que tampoco era para lanzar las campanas al vuelo: aquel año, el gasto de las familias españolas en el recibo de luz y gas fue el más alto de la Unión Europea. Las tres grandes eléctricas de España, esto es, Endesa, Iberdrola y Naturgy ganaron 10.000 euros limpios por minuto.
Pues bien, para 2021 y pese a las promesas de Pedro Sánchez, ni eso. No lo digo yo, lo dicen todos los expertos, que ven cómo el sector del gas sigue desbocado con precios sobre los que no está actuando el Ejecutivo, mientras que el lobby eléctrico hace de las suyas y todo lo que nos ahorramos en impuestos -lo que mengua los ingresos para Educación, Sanidad...- se lo merienda él con una escalada de precios incesantes.
Según Facua-Consumidores en Acción, para que la promesa de Sánchez no quedara en agua de borrajas, el desplome del precio de la luz en diciembre tendría que ser colosal, como mínimo de un 60%... y vamos precisamente en dirección contraria. Hasta noviembre, el recibo eléctrico del usuario medio arrastraba una subida del 12,5% frente a 2018, con una media de 86,80 euros frente a los 77,18 euros de hace tres años. Ya me dirán ustedes, con esos mimbres qué cesto nos va a poder montar la pobre Elena Flórez. No salen las cuentas.
Ojalá a 15 días para terminar el año, me coma esta columna con patatas, hablando en plata. Nos haría muy felices a todos los españoles y españolas, que éramos los que entrábamos en la promesa inicial, más allá del "subsector 'hogares españoles'"... pero me temo que no y querremos que este año nos traigan carbón hasta los que no creemos en los Reyes Magos para, al menos y aún a costa del cambio climático, poder calentarnos.