Posos de anarquía

Más borrón que cuenta nueva en el PP

Más borrón que cuenta nueva en el PP
Núñez Feijóo durante un acto de la Xunta de Galicia. - Javier Vázquez / Europa Press

La llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del PP no supondrá grandes cambios. Después de tantos años aguardando su momento, éste no va a darse como él hubiera deseado. El presidente gallego también sufrirá el efecto Ayuso y, en lugar de llegar como el mesías salvador que pretende, lo hará como quien lleve a cabo una purga interna... y no precisamente para atajar la corrupción.

La díscola Cayetana Álvarez de Toledo demanda una ponencia política en el próximo congreso del PP con objeto de sentar las bases ideológicas del partido. No le falta razón, aunque desde la irrupción de Vox resulte complejo. El poder histórico del PP respecto a la izquierda fragmentada se fundamentaba en su capacidad de reunir bajo el mismo paraguas a la derecha moderada y a la más extrema, que no andaba tan desbocada como ahora.

Estrategias como las de Juan Manuel Moreno en Andalucía, que trata de aparecerse como un moderado mientras concede a Vox recortes de derechos y libertades para poder mantener el poder no son coherentes. Su moderación se mide por los resultados de sus políticas y si éstas vienen condicionadas por el fascismo, se alejan de la misma democracia.

El resultado de la ponencia política que solicita Álvarez de Toledo, quizás, buscara reunificar todas las derechas, pero para ello tendría que endurecerse mucho la línea del PP, lo que quizás haría descolgarse al electorado más moderado. Asumido lo dicho por Esteban González Pons, es decir, que en ese Congreso no habrá refundación, la máxima que primará será "lo que sea para tener poder"; donde sea necesario abrazar a la extrema-derecha, se abrazará. No hay más que mirar a lo que Mañueco hará en Castilla y León en esta supuesta nueva fase del PP. González Pons hablar de "reiniciar" y cuando ésto se hace, el sistema operativo es el mismo y el actual en el PP está corrupto.

Feijóo va a tener un liderazgo muy complejo, como si se tratara de un entrenador de fútbol que llega con títulos al club pero se topa con un vestuario intoxicado por un 'galáctico'... una 'galáctica', en este caso: Isabel Díaz Ayuso, cuyo perfil político se aproxima más a Vox que a Feijóo. A estas horas aún no se ha postulado para la presidencia y, pese a contar con el beneplácito de la presidenta de Madrid, ya anda con una mano atada a la espalda, exigiéndole una purga.

Si el objetivo es volver a la moderación, depende tanto de dejar de dar alas a Vox con sus alianzas como de que dirigentes como Ayuso se alejen de esa deriva ultra aun sin pactar con los de Abascal... y Ayuso va por libre, no parece que la llegada de Feijóo vaya a cambiar eso y el gallego tiene sobrados motivos para preocuparse, dado que el aval de sus mayorías absolutas en Galicia pueden quedar en un mero aperitivo para las fauces de Ayuso.

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