Posos de anarquía

Moreno Bonilla avanza, Andalucía retrocede

Moreno Bonilla avanza, Andalucía retrocede
Moreno Bonilla durante el Debate sobre el Estado de la Comunidad. - María José López / Europa Press

Se aproxima el 28 de febrero, Día de Andalucía, y el gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla ya ha comenzado a sacar pecho de su gestión, calentando motores de cara a las elecciones del 28 de mayo. Desde el Palacio de San Telmo aseguran que "en Andalucía se vive mejor hoy que hace cuatro años", pero lo cierto es que los datos oficiales ponen en cuestión las políticas del PP, algo que no parece hacer la ciudadanía, a la luz de la mayoría absoluta que disfruta.

Mientras Moreno Bonilla pretende presentar a Andalucía como una locomotora económica imparable, la realidad nos dice lo contrario. Según los datos del servicio estadístico andaluz (Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, IECA), el crecimiento del PIB andaluz en 2022 se situó tres décimas por debajo de España, perdiendo esa convergencia nacional tan necesaria. Las previsiones para este año, además, vuelven a situar a la región por detrás de España: las proyecciones macroeconómicas del XXXI Informe Loyola Economic Outlook (LEO) y la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) prevén un crecimiento del 1,4%, frente al 1,5% que pronostican para España.

Nadie se explica cómo, a pesar de esta situación, la Junta de Andalucía haya dejado sin gastar el 95% del dinero que le llueve del cielo, esto es, los 1.500 millones de fondos europeos incluidos en sus dos últimos presupuestos. Lo revelaba hace unas semanas la Cámara de Cuentas de Andalucía, que sacaba los colores a Moreno Bonilla al revelar que a su gobierno le falta agilidad de gestión; una agilidad que sí tiene en cambio el avance de la pobreza y la precariedad en la región, que tiene los segundos peores datos de pobreza severa en España mientras un informe de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales denuncia que Andalucía es la Comunidad Autónoma que menos dedica a ayudas sociales, destinando 75,50 euros de media por usuario frente a los 172,67 euros de la media nacional.

Se aferra Moreno Bonilla a la bajada del desempleo, con 56.800 personas paradas menos. Sin embargo, si se analizan los datos, la tasa de paro en Andalucía se situó en el 19 % frente al 12,87 % de media nacional, lo que hace que se enciendan todas las luces de alarma. Además, la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 21,3%, superando al 18,7% en España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En provincias como Málaga, que Moreno Bonilla sitúa como ejemplo de gestión, harían falta 45 años para equiparar salarios al ritmo al que van, pues la diferencia a día de hoy supera el 20%, lo que supone para una mujer ganar 4.000 euros menos al año que un hombre en el mismo puesto.

Presume el presidente andaluz del aumento del gasto sanitario, obviando que las mayores partidas terminan en derivaciones a la privada y que, a pesar de ello, Andalucía es la Comunidad con menor gasto sanitario por paciente, lo que termina por reflejarse en listas de esperas de meses o años en algunas especialidades y la peor valoración de España por parte de los y las pacientes. Hace falta invertir más y mejor pero, ¿es posible sin ejecutar los fondos que transfiere el Gobierno de España o perdonando los impuestos a quienes más tienen?

Y es que ese es otro argumento que se ha desplomado. Mientras el gobierno de Moreno Bonilla crea las condiciones necesarias para que las personas más ricas tributen menos con el pretexto de que eso atrae inversión y se recauda más, los datos oficiales desmienten esa versión. Según los datos facilitados por la Agencia Tributaria, Andalucía es la Comunidad que menos aumenta la recaudación de impuestos, menos incluso que aquellas regiones que sí mantienen el denominado impuesto a los ricos. Mientras bonifica a la élite, Moreno Bonilla recurre en el Tribunal Constitucional los planes fiscales del Gobierno de España y pide más fondos al Estado, aunque los Next Generation UE cogen polvo en algún cajón.

Con este panorama se puede afirmar sin temor a equivocarse que Andalucía retrocede; sin embargo, Moreno Bonilla avanza, esa es otra realidad indiscutible a juzgar por la mayoría absoluta que obtuvo en las últimas elecciones autonómicas. Es posible que con la relación de datos oficiales compartidos en esta tribuna la ciudadanía volviera a confiar su voto al PP -los caminos de las urnas son inescrutables- ... o no, porque la distancia respecto al resto del país se va ensanchando y eso impacta de pleno en el día a día de la mayor parte del pueblo. En Andalucía no hay marcha atrás hasta dentro de cuatro años, pero en otras regiones están a tiempo de huir de cantos de sirenas y moderación y ver la verdadera cara de la realidad el próximo 28 de mayo. De no hacerlo, quedarán tan expuestos y en cierto modo desamparados como los están hoy ocho millones de andaluces y andaluzas.

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