Donde una inmensa mayoría ve una sentencia demoledora, Rajoy sólo ve 10 o 15 casos aislados. Me refiero a la sentencia sobre la trama Gürtel que, aún sabiendo a poco por no mandar entre rejas a quienes han salido airosos, demuestra la corrupción en el ADN del PP. Rivera y Ciudadanos, que sostienen en el poder a este partido corrompido, pueden estar tranquilos: son españoles.
Donde tod@s vemos corrupt@s, Rivera ve españolas y españoles... y como tales, debería hacerles también un llamamiento de adhesión a su plataforma ciudadana por la españolidad. Tendrá que hilar muy, pero que muy fino su discurso Rivera para no hacer el ridículo, pues ayer mismo, con su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, dio un balón de oxígeno al PP que hoy mismo ha sido condenado. Sus primeras palabras, desde luego, le han sumido en el escarnio público al confesar implícitamente que no vio venir esta condena... alguien con esa visión, me inquietaría al frente, incluso, de mi comunidad de vecin@s.
¿Se imaginan las consecuencias en Alemania si la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de Merkel, fuera condenado como lo ha sido hoy el PP? La canciller alemana, seguramente, no tendría la desfachatez de hablar de 10 o 15 casos aislados y, casi con toda probabilidad, dimitiría. ¿Acaso no exigirían los accionistas la cabeza del presidente de una compañía que, bajo su liderazgo, hubiera sido condenada como hoy el PP? Rajoy no dimitirá, porque su carencia de la más mínima ética es tan grande como su jactancia de impunidad. Impresentable.
Quienes hoy ven otro trampolín para Rivera, olvidan que ayer Ciudadanos legitimó al PP, a pesar de que hoy se ha acreditado judicialmente la financiación ilegal del partido de Rajoy. Dicho de otro modo, hizo trampas para llegar al Gobierno y, pese a todo, Rivera tiende la mano en su torbellino de ambigüedad y contradicción.
Más allá de esta cuestión, sorprende lo poco que quería y cuán poca confianza tenía Rosalía Iglesias en su marido, Luis Bárcenas. No, desde luego, al nivel de la infanta Cristina porque, de haber amado a su Luis como la Borbón a su Iñaki, podría andar a estas horas por Suiza y disfrutar de sus cuentas, en lugar de enfrentarse a una pena de 15 años.
Y para finalizar, un recuerdo para el juez Baltasar Garzón, inhabilitado tras haber iniciado esta causa que ha probado la corrupción institucionalizada a nivel central, autonómico y municipal del PP. Imagino que hoy, Garzón descorchará uno de sus mejores vinos y brindará por lo humillante que resuenan ahora las palabras de Rajoy cuando hablaba de conspiración contra el PP. Se equivocaba, era y es el PP quien conspira contra nosotras y nosotros... no sólo español@s, como quisiera Rivera, sino contra quienes levantamos el país, vengamos de donde vegamos.