Punto de Fisión

Mariano de la Calzada

Ana Mato, ministra de Jaguares, Viajes y Confeti, no entiende por qué tiene que dimitir. Visto lo que la circunda en los bancos del Congreso, no nos extraña. Rodeada de podredumbre por encima y por debajo, por la izquierda y por la derecha, tampoco se entiende muy bien por qué la han tomado con ella, si hasta el jefe de su bancada y presidente del gobierno ha presentado unas declaraciones de la renta que podrían pasar por etiquetas de anís del Mono, que diría Chiquito de la Calzada.

A estas alturas Chiquito de la Calzada es el ideólogo de guardia de la derecha. Siempre lo ha sido, de acuerdo, pero a Mariano ya sólo le falta entrar al hemiciclo caminando para atrás y para adelante, con las manos haciendo puñetitas, alzando una pata en plan cigüeña y diciendo: "Nopuedo, nopuedo, nopuedo. Está la cosa muy malita. ¿Te das cuen?" Lo que ha dicho en realidad es un retruécano marca de la casa no muy distinto, en cuanto a comprensibilidad y alcance lógico, de los fistros y diodenales de Chiquito: "A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión y eso también es una decisión".

Lo tuve que leer dos veces, para detrás y para delante, estilo Chiquito, a ver si sacaba algo en claro. Primero pensé que los jeroglíficos de Mariano habían pasado del cine mudo al cine sonoro, de la escritura a la fase oral. Que no es que este hombre no entienda su propia letra sino que ya no entiende su propia habla. Que en cualquier momento coge y se pone a hablar chino. Que van a tener que colgarle unos subtítulos, lo cual tampoco sería muy difícil ya que la mitad del tiempo vive en una pantalla de plasma.

Al final todos los problemas del PP vienen de donde siempre, de la mala educación, la mala letra y la mala baba. Bárcenas no reconoce su letra, Mariano no reconoce su letra, Ana Mato, la pobre, no reconoce ni letras ni facturas ni a Correa ni al Getafe. Ninguno hizo suficientes ejercicios de caligrafía durante esa tierna edad en que se forjan los ideales, la moral y los palotes. Es normal que confundan la ética con la grafología, si no pasaron más allá de hacer la o con un canuto.

Lo segundo que pensé, después de leer detenidamente el retruécano, es que la mejor decisión que puede tomar Mariano es, efectivamente, ninguna. Ninguna o la puerta. Pero lo que lleva haciendo el presidente toda su vida es eso, nada, y no va a cambiar ahora de costumbres. Nada y luego lo pasa a limpio, a ver si escampa. Contra Mariano llevamos meses escribiendo soflamas y filípicas demasiado rebuscadas como para que les preste atención. No entiende su propia letra, va a entender otra. A Mariano hay que gritarle aquella frase inmortal de su mentor, Chiquito de la Calzada: "Cobarde, ¿pero qué estás haciendo con el cuerpo humano?"

 

 

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