Si votas al PP, lo mejor es que salgas del armario. Si eres del PP, lo mejor es que vayas con el armario a cuestas, por lo que pueda pasar. Ese podría ser el eslogan de campaña de Mariano cualquier día de estos. Ayer, sin embargo, en Ciudad Real, como poseído por el espíritu del Cid Campeador, les dijo a sus huestes: "Os vais a presentar diciendo que sois militantes del PP y a mucha honra". Por lo visto algunos candidatos querían presentarse como electricistas en paro, representantes de cosméticos o vendedores de enciclopedias a domicilio. Cualquier cosa antes que reconocer la verdad. Monago, por ejemplo, se ha desmarcado de la marca de la gaviota y el diminutivo de José con un rap que es una mierda de mucho cuidado, pero que tiene el mérito de no nombrar ni una sola vez al PP y donde sólo sale él apenas un segundo, en plan subliminal, en medio de un largo anuncio de Adidas. Si los de Nike sacan esta temporada unas zapatillas de agricultor, se forran.

"Os avala la gestión, vuestra trayectoria y la pertenencia al PP, que es un partido con una trayectoria conocida". Y tan conocida, hombre, ese es vuestro problema, que el PP, más que historia, tiene antecedentes penales. Este estilo de oratoria puede parecer absurdo pero no lo es tanto viniendo de quien viene y yendo a quienes va. Menos aún si se tiene en cuenta la campaña de desertización, rapiña y analfabetismo que ha llevado a cabo Cospedal en Castilla-La Mancha. Tiene mucho mérito el desmantelamiento y saqueo de hospitales públicos, una paciente labor de destrucción en materia de sanidad como no se veía desde las siete plagas de Egipto. Para demostrar que no hay rencillas entre ambos, María Dolores alabó a su hombre sin ningún recato, al estilo de Jimena con el Cid: "Dános ánimo, aliento y ganas para seguir luchando por España". A Mariano le faltó salir a la palestra atado a un caballo para ganar elecciones después de muerto.

No obstante, el día anterior, en la sede de Génova, el presidente se metió el orgullo en el armario y prefirió aparecerse ante la prensa en modo Marianeitor, es decir, un busto parlante pixelado en una pantalla de plasma. Lo más increíble de estas comparecencias catódicas es que todavía haya periodistas que acudan a verlas, cuando lo lógico sería descargarlas por youtube, con sus anuncios y todo (en esto Monago ha sido mucho más previsor, que ha incluido en su video la publicidad de Adidas con tal habilidad que el votante extremeño no sabe si está eligiendo un presidente o unos cordones para ahorcarse). El Politburó mariano reunió en Génova cuatrocientos representantes del partido que fueron únicamente a aplaudir, reverenciar y lustrar las botas del líder supremo sin rechistar, siguiendo la higiénica consigna de Agustín Conde: "callar y obedecer". Por lo rígidos, amaestrados y prietos que estaban, parecía una reunión de la Asamblea Suprema del Pueblo de Corea del Norte, salvo que en las reuniones políticas en Corea del Norte suelen contar chistes.

Devolver el orgullo pepero al político pepero cada día está más difícil. Sobre todo cuando algunos jueces empiezan a considerar que ser del PP no es tanto un eximente como un agravante. No hay más que ver la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Murcia, que multó con treinta euros a una señora por llamar "pepero" a un señor en un incidente de tráfico. Pocos nos parecen.