Punto de Fisión

Mariano entre alcachofas

Soy un ferviente seguidor de la página de facebook de Mariano Rajoy Brey, creo que es uno de los mejores humoristas de la actualidad, aunque mucha gente no parece haberse dado cuenta. La mayoría lo confunde con el otro Mariano Rajoy Brey, el presidente del gobierno, sólo porque cuelga los videos del presidente en su campaña de Caminando Rápido, mensajes de ánimo a los votantes del PP y fotos, muchas fotos con sus seguidores. Desconfié algún tiempo pero la avalancha de información política despejó mis recelos, ya que el auténtico Mariano hubiese compartido muchos más goles del Madrid y editoriales del Marca. Me ocurrió algo parecido ayer por la tarde, cuando me llegó una solicitud de amistad del portero de la selección David de Gea. De inmediato sospeché que era un perfil falso porque sólo había fotos de fútbol.

Con todo, cabe la posibilidad de que haya otros Marianos repartidos por la geografía patria y levantándose temprano para practicar el Walking Dead en ese momento de la mañana, que tanto les gusta captar a los reporteros políticos, cuando se alzan las persianas de los comercios y los camareros despliegan las sillas en la terraza. Como si la ciudad no pudiera empezar a trabajar hasta que el presidente (o su sustituto andarín) diera el visto bueno. No sería nada raro que Mariano dispusiera de diversos dobles de campaña para facilitarle la ubicuidad de la que parece disfrutar últimamente alguien que ha estado hibernado en funciones durante varios meses. No estaba parado: estaba tomando impulso, igual que el país.

Ayer había pululando, al menos, dos Marianos: uno en el sur, otro en el norte. El primero, según la página oficial de facebook, sobrevolaba Almería y Granada para impartir mitines de aperitivo. El segundo, según diversos diarios, visitaba una finca de alcachofas en Tudela. No había duda dónde estaba el auténtico Mariano: entre la Alhambra y las alcachofas, ganan las alcachofas. Mariano, se ha emocionado ante la rutilante complejidad de la alcachofa, ese laberinto de escamas, ese guerrero vegetal que le inspiró una oda a Neruda. La de Mariano parecía inspirarse, más bien, en aquella escena de Amanece que no es poco, en donde un viejo agricultor, cada tarde, se despide cariñosamente de una calabaza. Sin embargo, pronto comprendieron que la calabaza podía darle un sesgo negativo a la campaña. En cuanto a zanahorias, calabacines, espárragos y nabos, mejor no meterse en berenjenales. Eso dejaba muy reducido el listado general de hortalizas. Las alcachofas de corazón y por goleada.

Nuestro presidente es un hombre del pueblo, un hombre humilde, igual que aquel anciano que vivía en un pueblecito de Granada, alguien que jamás había visitado la Alhambra y que no le importaba un pimiento. Al final, después de mucho discutir, su familia lo convenció para que visitara aquella joya arquitectónica, al menos una vez en la vida, pero el anciano puso como condición que iría solo, para que no le agobiaran. De manera que se subió al autobús con una mochila donde su hija le había guardado el almuerzo y salió rumbo a su encuentro con la historia. Cuando regresó por la tarde, la familia lo esperaba al pie de la parada de autobús y no podía esperar el veredicto con más ganas: "Pues la Alhambra, como todas las Alhambras, pero la arboleda, ¡qué arboleda!"

 

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