Punto de Fisión

Sánchez intenta un Don Draper

En la última temporada de Mad Men, Don Draper consigue de puro churro uno de esos sueños imposibles y húmedos que muchos varones se pasan la vida anhelando. Va a visitar a su mujer a Los Angeles, participa de mala gana en una fiesta casera, se va de copas con un colega de la empresa que le da un soplo laboral y al regresar al hogar se sienta en la cama, se quita los zapatos y se encuentra con que su mujer y una amiga le sacan la ropa a lametones. No parecía desearlo y tampoco parece disfrutarlo, por eso mismo su aburrimiento resulta tan excitante. A la mañana siguiente, Draper se levanta tan tranquilo y se toma un café, como si en lugar de culminar un trío hubiese ganado una partida de tres en raya.

Pdr Snchz -que ha debido de ver el episodio varias veces, rebobinando y pasándolo a cámara lenta- está intentando el mismo encaje de bolillos con Albert Rivera y Pablo Iglesias: llegar un día a casa, hacerse el desganado y encontrarse con que le están comiendo ambas orejas al unísono. "Presidente, presidente". Sin embargo, no parece que ni Albert ni Pablo estén por la labor. Albert se acostaría con cualquiera excepto con Pablo -de hecho, ya se ha acostado con dos de los candidatos, únicamente por amor, sin promesas ni regalos- mientras que Pablo es un estrecho que no quiere acostarse con nadie. Lo cual -dicho sea de paso- es bastante contradictorio en el líder de un partido que se denomina Unidos Podemos. Pablo es más de Juego de tronos que de Mad Men, aunque debería comprender que, según Marx, es más fácil pasar al comunismo desde el capitalismo que desde la Edad Media.

Lo del "pacto transversal" suena bastante inverosímil a estas alturas del verano, con tanto calor a cuestas, desde que Mariano se puso bíblico y le pidió al sol que se detuviera hasta que él apañase la investidura. Josué lo consiguió y el presidente en funciones está a cuatro días de abolir el otoño, que por algo vivimos en un país con el sol sujeto a impuestos. El sudor dificulta mucho la tarea, pega la camisa al cuerpo y estropea los teléfonos. Hay que tener un tipazo como el de Don Draper para sortear el tormento de los cuarenta grados sin arrugar la corbata ni descomponer la figura. Pdr Snchz es lo más similar a Don Draper que ha dado la política española al menos desde Suárez, lo cual da una idea de cómo está el percal.

Al igual que el publicista, Snchz está ensayando la táctica del paso atrás; lo que ocurre es que Draper cerraba los ojos y se arrojaba de espaldas entre cuatro brazos femeninos mientras que Pdr Snchz, a fuerza de retroceder, se va a caer a un foso de cocodrilos. Entre hacer la escultura etrusca, como Pablo, y pasarse de plasta, como Albert, debe de haber un término medio, pero el líder del PSOE todavía no ha acertado con la postura. Debe de ser porque todos quieren follar desde el centro.

 

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