Del consejo editorial

Inmigración no es religión

ANTONIO IZQUIERDO

Todo este lío por una persona? "Es su religión y hay que respetarla". Así se expresaba un compañero de colegio de Ikhalasse, una niña gallega de 11 años y de religión musulmana, que ha sido sancionada por asistir a clase con un pañuelo islámico. Nació en Santiago de Compostela y vive con sus padres en el municipio de Arteixo, sede de Inditex, de la Refinería de Repsol y del Puerto Exterior. Su familia hace más de 20 años que vive en Galicia. El padre de Ikhalasse sí es inmigrante marroquí, comerciante de profesión y español por naturalización. El debate es sobre la gestión pública de la pluralidad religiosa en un colegio y no acerca de la integración en el sistema educativo de una niña inmigrante.

La hemeroteca confirma que los pañuelos en la escuela no han aparecido ahora. Desde 2007 se resaltaba en los medios que "Galicia respetaba el hiyab" y, desde los primeros meses de 2010, se proponía a Arteixo como un ejemplo de convivencia. Es más, el actual director del colegio público donde se ha generado el caso impulsaba en noviembre de 2008 la enseñanza de las culturas de origen en el currículo escolar. Ikhalasse ha jugado luciendo pañuelos desde niña y su rendimiento educativo ha sido aceptable en un contexto social herido por el fracaso colegial. Su decisión de ir a clase con el pañuelo es una seña de identidad religiosa, una prueba del vínculo familiar y una afirmación del carácter en la adolescencia.

En este importante municipio de 30.000 habitantes no había un problema religioso, sino educativo, social y electoral. Sin embargo, la ampliación mediática y la judicialización del caso ya ha producido consecuencias visibles y otras predecibles. Se ve algún pañuelo más y aumenta el aislamiento de una comunidad musulmana que era vista con normalidad. Pero no confundamos inmigración con religión. Los datos dicen que del millón de musulmanes que viven en España, incluyendo a los 50.000 españoles conversos, más de un tercio ya no son extranjeros, y cada vez menos inmigrantes. Sólo en la última década se naturalizaron 50.000 adultos y nacieron aquí 150.000 niños de madre marroquí. Además, muchos españoles practican públicamente, y están en su derecho, otras religiones.

Antonio Izquierdo es catedrático de Sociología

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