De lunes

Por qué Soraya agita el fantasma de las pensiones

Si algo caracteriza a Ignacio Fernández Toxo es el sentido común, aderezado con buenas dosis de experiencia. Por eso, cuando la vicepresidenta Saénz de Santamaría agitó el déficit de la Seguridad Social -668 millones de euros- como sorpresa y dentro de la herencia maldita que van a utilizar meses y meses, el líder de CCOO intuyó rápido que también podía ser el arma para meter mano al futuro de las pensiones. Y Toxo recordó que, pese a ese 0,06% deficitario, el sistema está saneado y de ello se ocuparon con la última reforma de las pensiones, bendecida por Bruselas.

Sólo que aunque esas bendiciones deberían bastar para el Gobierno de Rajoy, el equipo económico que pilota ¿Guindos o Montoro?, tiene muy claro que el PP no votó esa última reforma. Son pocos los que apuestan porque Rajoy se atreva a tocar las pensiones, pero quienes lo hacen –y también opinan que tocará desempleo, las dos partidas más costosas, básicas y sagradas para el bienestar- saben que hay formas de hacerlo.

Ejemplo: basta con que alguna de las prestaciones que ahora se financian con cuotas a la Seguridad Social –algún tipo de incapacidad quizá- pase a financiarse con los impuestos. El Gobierno lo vendería bien con la idea de que es una rebaja de cuotas para los empresarios y ayuda a crear empleo. ¿Y quién se lo iba a discutir en detalle? Sólo unos sindicatos a los que no les queda otro remedio que el camino de la sensatez. Por el momento.

La recesión será un hecho en el 2012. En el segundo semestre, con la situación empeorada, todo será posible y justificable para la mayoría. Los disidentes tendrán que rebelarse contra el miedo o emigrar.

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