Deporte Digital

Nuevos remedios para nuevas trampas

Los tramposos no descansan ni un ápice en su empeño por intentar burlar el juego limpio en el deporte. Invierten, investigan y desarrollan nuevas sustancias dopantes para lucrarse a costa de deportistas ingenuos e irresponsables.

La última trampa en salir a la luz pública ha sido la llamada CERA (en inglés Continous Erythropoietin Receptor Activator). Es EPO de tercera generación. Su uso habitual intenta aliviar los efectos de deficiencias graves en los riñones. Estimula la producción natural de eritropoietina y su efecto es más duradero. Si se utiliza con malas artes sirve para doparse con la ventaja de reducir el número de inyecciones y además deja escasos residuos difíciles de detectar en controles.

Esta CERA es la que ya han utilizado, que se sepa hasta ahora, los ciclistas Piepoli y Schumacher. Los dos, precisamente, han destacado en las grandes vueltas de esta temporada. Seguro que no son los únicos deportistas que la han estado utilizando para mejorar su rendimiento de forma fraudulenta. Pero son los primeros a los que se les ha acabado el chollo. Dos laboratorios, uno francés y otro suizo, han sido capaces de detectar la CERA mezclando análisis de orina y sangre.

El COI ha tomado nota. Su política de tolerancia cero contra los dopados en los Juegos de Pekín dio sus frutos. Sólo seis deportistas dieron positivo durante la competición y otros dos después. Desgraciadamente la que se llevó el honor de ser la primera tramposa fue la ciclista española Maribel Moreno. Ahora va a usar los nuevo métodos de detección de CERA para revisar las 5.000 muestras que se tomaron en la capital china. Muchos estarán temblando. A lo mejor se pensaban que iban a tener impunidad vitalicia. El que la hace debe pagarla. Los descerebrados que todavía piensan que meterse mierda en el cuerpo es una ayuda o una solución necesitan otros consejeros o una buena sanción. Para que se lo vuelvan a pensar.

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