Que se quiten Rappel, la bruja Lola y Octavio Aceves. El nuevo gurú visionario de la farándula española se llama Vicente Boluda. Que como desde este martes no tiene crédito moral para seguir presidiendo el Real Madrid, se podría ganar la vida montando un consultorio astrológico. Como predictor de futuro no tiene precio. Como presidente blanco se le tasará el próximo 29 de marzo en la reedición de la Asamblea amañada.

¡Vaya chorreo que hubo en Anfield!. Sólo apareció un equipo sobre el cuidado césped. Un mítico de Europa. Con jugadores cotizados en todo el mundo. Y con una afición a la que se le pone los pelos de punta antes de iniciar cada partido en su estadio. La misma que achantó a los jugadores del Real Madrid en cuanto entonaron el "You'll never walk alone". Desde ese momento comenzó a ganar el Liverpool el encuentro.

Lo que vino después fue un huracán, un terremoto, una estampida...un auténtico chorreo de fútbol. Juande colocó a los once mejores que tenía para la ocasión. Sneijder le ganó el puesto a Marcelo porque se le presuponía con más llegada y gol. Y los otros diez eran intocables. Pero Benítez sí que sacó todo su arsenal, con Arbeloa, Gerrard y Torres en el once. Lo esperable, pese a tener al Manchester en el horizonte inmediato. Lo que cambió fue el planteamiento, el talante. Nada de esperar a verlas venir, nada de conservar el 0-1 del Bernabeú. Rafa se dejó de encosertamientos y calló a muchos "intelectuales" futbolísticos.

Como si fueran los 'reds' los que tuvieran que remontar, salieron en tromba a la portería de Casillas. Esta vez, ni la espectacular actuación del meta blanco pudo rescatar del tormento a su equipo. Ni la falta de Torres a Pepe en el primer gol, ni el injusto penalti señalado a Heinze pudieron empañar la goleada que se presagiaba. Porque el fútbol fue justo y dictó sentencia.

La sentencia futbolística para el Real Madrid es desoladora. Quinta eliminación consecutiva en los octavos de final de la Champions. El Liverpool se unió a Juventus, Bayern, Roma y Arsenal. El prestigio blanco tocó fondo. Sólo queda salvar la temporada con la conquista de una tercera Liga que se antoja harto complicada.

Pero en lo institucional quedan todavía dos juicios pendientes. El primero ya lo he mencionado. El 29 de marzo se repite la Asamblea del tongo. En el primer punto se debería poner fin a la ocupación del sillón presidencial y convocar elecciones de manera inmediata. Por tanto, el siguiente juicio lo deben protagonizar los socios madridistas. Florentino Pérez es el hombre que aparece a lo lejos como el Mesías. El único que dicen capaz de reflotar el trasatlántico. Veremos.