Desde lejos

¡Sorpresa...!

Sorpresa en Occidente: ahora resulta que lo de los rebeldes libios y su Consejo Nacional Transitorio no era tan bonito como parecía. Ya saben, en su momento nos fuimos corriendo a bombardear Libia en nombre de la Libertad, la Democracia, los Derechos Humanos y todos esos grandes principios con los que a tantos se les llena la boca mientras piensan silenciosamente en Petróleo, Gas y Negocios Diversos. Pero hete aquí que hemos descubierto que los Buenos de la película no eran tan buenos, que torturan y linchan y que, además, aspiran a gobernarse aplicando la sharia.
Lo de apoyar a los Heroicos Luchadores contra la Tiranía era fácil de vender. Los gobernantes

–entre los que se contaban por supuesto los nuestros– consiguieron incluso hacer olvidar a la opinión pública que sólo unos meses antes Gadafi era recibido con reverencias por ellos mismos, y que durante mucho tiempo le habían estado vendiendo las armas con las que luego machacaría a los rebeldes y a la población civil, incluidas las espantosas bombas de racimo puestas a su disposición por nuestro desmemoriado Gobierno.
Pero, claro, justificar la colaboración con unos cafres que ejecutan sin juicio y amenazan con aplicar penas de lapidación, ya es otra cosa. Así que ahora todos fingen sorpresa: "¡Ah! ¡Oh! ¡Qué susto! ¡Vaya cómo nos engañaron! ¡Si parecían tan monos...!", mientras se reparten a escondidas los beneficios del desastre. Si es que la cosa no se tuerce, porque los islamistas serán malos, vale, pero lo que no son es tontos. Así que a ver si al final va a resultar que todo lo que gastamos en esa guerra fue para nada...

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