Desde lejos

Detrás del "cementerio"

Como ecologista, estoy totalmente en contra de la energía nuclear. Sé que cada vez somos menos los resistentes. En los últimos años, los poderosos lobbys pro-nucleares han logrado convencer a buena parte de la población occidental de que se trata de una energía limpia y fiable. Se les ha olvidado añadir que las plantas nucleares nunca son seguras del todo (ha habido decenas de accidentes graves) y que, desde luego, dejan de serlo cuando el país que las alberga pierde su estabilidad política y económica, algo que, como la historia demuestra, puede suceder en cualquier lugar y en cualquier momento. También, por supuesto, han olvidado mencionar el grave problema de los residuos, que permanecen activos y son altamente peligrosos durante miles de años.

Que el tema es peliagudo lo demuestra el hecho de que los propios partidos que en principio apoyan la energía nuclear (el PP abiertamente, el PSOE con mucha ambigüedad) están en contra de que los pueblos de las regiones que ellos controlan se ofrezcan para albergar el famoso "cementerio" de residuos. Supongo que sabrán que ha habido fugas graves en diversos depósitos de la antigua Unión Soviética y en Estados Unidos. O que un terremoto, por ejemplo, puede ocasionar una catástrofe. Y si es así, ¿por qué siguen defendiendo en sus programas el uso de esa energía? Deberían avergonzarse de su cinismo. Y también del abandono total al que han sometido desde hace años al mundo rural. Porque eso es lo que hay detrás de la actitud de esa decena de pueblitos que se han ofrecido voluntarios: la desidia de los políticos y las Administraciones respecto al campo.

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